Normalmente, las encuestas en las semanas finales tienden a señalar a un favorito claro, aunque eso no garantice el triunfo en las urnas. Sin embargo, en esta elección, los analistas se encuentran perplejos, ya que, en lugar de un claro liderazgo, la carrera ha mostrado fluctuaciones y sorpresas en los estados clave que definen el resultado.
Según los datos recientes, Kamala Harris ha logrado una ligera ventaja en estados como Nevada, Carolina del Norte y Georgia, mientras que Donald Trump se mantiene al frente en Arizona y Michigan. Otros estados como Pensilvania y Wisconsin se encuentran prácticamente divididos, reflejando la paridad de ambos candidatos en las preferencias.
Entre las tendencias más notables está el crecimiento de Harris entre los votantes jóvenes, negros e hispanos, lo que le ha permitido reducir la distancia en comparación con semanas anteriores.
Por ejemplo, en los votantes negros, la candidata democrata obtuvo un aumento significativo, con un 84% frente al 11% del candidato republicano, y entre los votantes hispanos, alcanzó un 56% frente al 35% de su rival.
Con ambos candidatos en un empate virtual, las elecciones de 2024 están perfilándose como unas de las más reñidas en la historia reciente de Estados Unidos. Sin un claro favorito, la expectativa sigue alta y el resultado final será impredecible hasta el último voto.