El gobierno del presidente argentino Javier Milei anunció la modificación de la Ley de Identidad de género para prohibir las cirugías de cambio de sexo y los tratamientos hormonales en menores de 18 años.
La decisión se basa en la necesidad de resguardar la integridad física y mental de los niños, evitando que sean sometidos a intervenciones con efectos irreversibles en plena etapa de maduración.
Actualmente, la legislación argentina permitía que menores de edad accedan a estos procedimientos con el consentimiento de sus tutores legales o de una autoridad judicial. Sin embargo, el portavoz presidencial Manuel Adorni destaca que países pioneros en materia de género, como Reino Unido, Suecia, Finlandia y varios estados de EE.UU., han comenzado a prohibir estas prácticas al reconocer los riesgos que implican.
El gobierno de Milei sostiene que permitir este tipo de tratamientos en menores expone a los niños a decisiones apresuradas e irreversibles, muchas veces impulsadas por presiones ideológicas. “Estos procedimientos pueden traer consecuencias graves en su desarrollo, y es responsabilidad del Estado proteger a los menores de daños irreparables”, argumentó Adorni.
A pesar de la reacción de grupos feministas y colectivos LGBT, que amenazan con acciones legales contra la medida, la decisión del gobierno refuerza su compromiso con la t de la infancia y la eliminación de prácticas que atentan contra la maduración natural de los menores.
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