En un trágico accidente de helicóptero cerca de la frontera con Azerbaiyán, falleció Ebrahim Raisi, el presidente de Irán conocido por su postura de línea dura. El accidente ocurrió bajo malas condiciones climáticas, que complicaron las labores de rescate. El helicóptero transportaba a varios altos funcionarios, incluyendo al ayatolá Al-Hashemi, Imam de la Mezquita de Tabriz, junto con los guardaespaldas del presidente.
El ministro del Interior iraní describió el suceso como un «aterrizaje brutal». A pesar de ello, las otras dos naves del convoy pudieron aterrizar sin incidentes en Tabriz. La noticia de la muerte de Raisi y su comitiva se confirmó más de 12 horas después del accidente.
Raisi había visitado la frontera con Azerbaiyán para inaugurar una presa junto al presidente azerbaiyano Ilham Aliyev, la tercera construida en el río Aras. A pesar de las tensas relaciones entre ambos países, la visita se llevó a cabo sin contratiempos hasta el fatídico accidente.
En respuesta a la tragedia, el régimen iraní convocó una reunión de emergencia. Mohammad Mokhber, el primer vicepresidente, asumirá las funciones de presidente hasta la celebración de elecciones, previstas en aproximadamente 50 días.
Un comunicado emitido en el canal oficial de Telegram del régimen iraní expresó: «El ayatolá Ebrahim Raisi, presidente de la República Islámica de Irán, ha sido martirizado mientras servía al pueblo. El helicóptero que transportaba a Raisi, (…) debido a las condiciones meteorológicas adversas, sufrió un accidente».
El gobierno lamentó la difícil operación de rescate, obstaculizada por la niebla y el terreno montañoso y boscoso. A pesar de enviar numerosos equipos de respuesta rápida, localizar el helicóptero accidentado llevó varias horas.
Raisi, un protegido del líder supremo de Irán, enfrentaba sanciones internacionales por su participación en ejecuciones masivas en 1988, en las que al menos 5.000 personas fueron ejecutadas. Tras perder las elecciones de 2017, se postuló nuevamente en 2021 y ganó, aunque con una participación electoral baja. Como presidente, Raisi apoyó medidas severas contra la disidencia y promovió el enriquecimiento de uranio en Irán.
Después de las elecciones legislativas de marzo, durante las cuales las fuerzas de seguridad reprimieron protestas causando más de 500 muertes, Raisi salió reforzado y subrayó el fracaso de los enemigos de Irán. El Parlamento, controlado por conservadores y ultraconservadores, asumirá funciones en mayo bajo su mando.