El expresidente Evo Morales anunció este jueves su candidatura para las elecciones generales del 17 de agosto en Bolivia, desafiando abiertamente la prohibición judicial que le impide postularse y en medio de una investigación por un presunto caso de trata de menores.
El exmandatario de 65 años buscará llegar nuevamente al poder, aunque esta vez sin el respaldo del Movimiento al Socialismo (MAS), partido que lideró por décadas y que hoy se encuentra dividido entre su facción y la del actual presidente Luis Arce. Morales confirmó que será el candidato del Frente para la Victoria, una agrupación de izquierda sin representación parlamentaria, con la cual firmó un acuerdo para encabezar su fórmula presidencial.
Morales gobernó Bolivia desde 2006 hasta 2019, impulsando una nueva Constitución que le permitió ser reelegido dos veces. Sin embargo, en diciembre de 2024, la justicia constitucional ratificó un fallo que le impide postularse nuevamente, argumentando que la Constitución establece un límite de dos mandatos.
Hasta ese momento, Morales y Arce mantenían una disputa interna por la candidatura presidencial del MAS. No obstante, el exmandatario sufrió otro revés cuando el Tribunal Constitucional reconoció a una nueva dirigencia del MAS afín a Arce, quitándole el control del partido. Desde entonces, Morales se ha refugiado en su bastión político del Trópico de Cochabamba, donde denuncia ser víctima de una persecución judicial orquestada por el gobierno de Arce con el fin de impedir su regreso al poder.