La distinción fue recibida por el presidente de la República, Santiago Peña, durante la Gala Anual de Premiación de la FIA en Tashkent, Uzbekistán. Paraguay no solo compitió contra el calendario establecido, sino que superó a sedes históricas como Portugal, Finlandia y Japón, demostrando una excelencia organizativa y un impacto que resonó globalmente.

El presidente Peña celebró el premio como una confirmación del potencial del país. “Este reconocimiento es la prueba irrefutable de que Paraguay está listo para ser una sede permanente del WRC”, afirmó. “Lo que ha tardado décadas en otros lugares, lo estamos logrando con visión y determinación: convertir el Rally en una parte de nuestra identidad. Esto no es solo deporte, es una política de Estado que impulsa el turismo, la infraestructura y, fundamentalmente, inspira a toda una nueva generación”.
CIFRAS DE UN ANFITRIÓN DE CLASE MUNDIAL
El éxito paraguayo se traduce en números contundentes y una experiencia inolvidable. El Rally generó un impacto económico de US$ 133 millones, atrayendo a 210.000 espectadores en cuatro días que fueron calificados por pilotos y equipos como «el más apasionado del calendario. La organización, marcada por la renovación de infraestructura y la ausencia de suspensiones, fue destacada por la FIA por sus niveles de seguridad e impecabilidad.
El director Ejecutivo del evento, César Marsal, enfatizó que la clave fue la unión nacional. “Este reconocimiento pertenece a cada paraguayo. Demostramos que cuando el sector público, el privado y la comunidad trabajan juntos, no tenemos techo”. Marsal ya mira al futuro, adelantando que el Rally 2026, a disputarse del 27 al 30 de agosto, incluirá una Súper Especial nocturna y más novedades para elevar aún más la vara.
Paraguay no solo debutó en el WRC, sino que conquistó la cima con una lección de organización, pasión y visión de futuro, cimentando su lugar como una potencia emergente en el deporte motor global.














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