La gigantesca prisión fue inaugurada a principios de febrero por el propio presidente Nayib Bukele y se encuentra dotada de alta tecnología para la vigilancia. Fue construida en un valle rural en las afueras de la ciudad de Tecoluca, unos 74 km al sureste de San Salvador.
En un vídeo que el presidente compartió en cuenta oficial de Twitter, se observa a muchos pandilleros con sus torsos desnudos, vistiendo apenas un pantaloncillo blanco y descalzos, custodiados por policías y alineados. Luego, con sus manos esposadas en la espalda, fueron subidos en autobuses y trasladados bajo fuertes medidas de seguridad.
Cientos de policías, agentes de seguridad de la Dirección de Centros Penales y soldados participaron en el operativo de traslado. En la gigantesca prisión, los pandilleros pertenecientes principalmente a la Mara Salvatrucha (MS-13) y a Barrio 18, fueron ingresando por grupos a varias celdas.
El Ministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador a través de su cuenta oficial de Twitter también se refirió sobre este gran avance en cuanto a seguridad.
Para construir la cárcel, el Estado compró 166 hectáreas, 23 de las cuales albergan ocho pabellones ubicados dentro de un perímetro rodeado por un muro de concreto de 11 metros de altura y 2,1 kilómetros de largo, protegido por alambradas electrificadas.