La celebración de la boda estuvo a cargo del arzobispo de Canterbury, Justin Welby en la capilla St. George en Windsor. Luego del intercambio de votos de amor y cariño, el príncipe Harry, de 33 años de edad, que es hijo menor de Lady Di, colocó un anillo de oro galés al dedo de Markle. Luego, el religioso dijo, “En presencia de Dios, y ante esta congregación, Harry y Meghan han dado su consentimiento y hecho sus votos matrimoniales el uno con el otro”.
Tras la ceremonia, que ha durado una hora, está teniendo lugar un paseo de los recién casados en carroza por Windsor, la localidad a una hora al oeste de Londres en la que se calcula que han asistido unas 100.000 personas.
Al final del paseo de Meghan y Enrique de Inglaterra, de una media hora, se ha cerrado el telón y ha empezado la parte privada de la boda, con un almuerzo ofrecido por la abuela del novio, la reina Isabel II, en el castillo de Windsor y una fiesta de noche en la mansión Frogmore, gentileza del padre del novio
Fuente: El País













