Educar el vocabulario o como nos expresamos suele ser un constante desafío diario, incluso los temas de conversación que entablamos con otras personas puede no ser de provecho o constructivo para vida diaria.
Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; más la lengua de los sabios es medicina. Proverbios 12:18
Algo que debemos tener presente es que la lengua no es un órgano separado del cuerpo; en realidad, solo muestra aquello que ya hay en el interior. Es por este motivo que el primer paso para domar la lengua es cuidar lo que tenemos dentro pensamientos, emociones, etc. y de esa manera podremos sacar al exterior solo cosas buenas.
Proverbios 15:2 dice que cuando los sabios hablan, comparten sus conocimientos; pero cuando los tontos hablan, solo dicen tonterías. Lo cual quiere decir que debemos cultivar la sabiduría a través de la Palabra de Dios (Proverbios 1) y a través de la oración, porque Dios da sabiduría y entendimiento a quienes se lo piden (Santiago 1:5).
Desarrollando una relación cercana con Jesús
Pero si la gente dice cosas malas, es porque es mala y siempre está pensando en lo malo: en cómo matar, en cómo ser infieles en el matrimonio, en cómo hacer cosas indecentes, o en cómo robar, o insultar a otras personas, y mentir. A Dios no le agrada que gente así lo alabe. Pero cualquiera puede alabar a Dios, aunque coma sin lavarse las manos. Mateo 15:18-20
Los malos deseos y pensamientos provienen de un corazón que está alejado con Dios, y esa maldad se refleja en las palabras. Para contrarrestar esta situación debemos desarrollar una relación cercana con Jesús, porque solo a través de Él podemos ser salvos y resistir el mal.
Practicando la regla de oro
Así que, traten a los demás como les gustaría que los trataran a ustedes. Ese es el verdadero significado de la ley y de la enseñanza de los profetas. Mateo 7:12
Por último, debemos tener presente que la lengua tiene mucho poder y que debemos hacer un buen uso de ella para edificar, bendecir y alentar a otros. Además, debemos recordar ante todo que la Biblia nos insta a amar a otros con el mismo amor que recibimos de parte de Dios; y una forma de demostrarlo es siendo sabios al momento de hablar. Por otra parte, Jesús nos dejó una enseñanza importante: que debemos tratar a otros tal como queremos ser tratados; esto significa que si usamos nuestra boca para el bien, también recibiremos lo mismo de los demás
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