La actual senadora, que cuenta con fueros parlamentarios que evitan su detención, llegó en automóvil a los juzgados de Comodoro Py a las 10:35 hora local (13:35 GMT), procedente del apartamento de su hija Florencia, donde vive desde que a finales de agosto realizaron registros judiciales en sus casas y decidió no volver a ellas hasta asegurarse de que no se colocó tecnología de espionaje.
A las puertas de la sede judicial esperaba, como es habitual, un grupo de varios militantes kirchneristas, que acudieron en señal de apoyo a la expresidenta.
Fernández fue citada para este martes el pasado 4 de septiembre por el magistrado Sebastián Casanello, quien durante dos años declinó llamarla a declarar pero fue finalmente instado a hacerlo por una Cámara superior.
Si bien por este caso, en el que hay una veintena de personas imputadas y mantiene en prisión al empresario de la obra pública Lázaro Báez, la expresidenta ya fue imputada por el fiscal Guillermo Marijuan en 2016, hasta ahora no había avanzado la investigación contra ella, ya que el juez no lo consideraba oportuno.
Casanello investiga delitos de lavado de activos cometidos supuestamente entre 2010 y 2013 mediante una red que supuestamente montó una estructura de sociedades y cuentas bancarias en el exterior que permitió el blanqueo de al menos 60 millones de dólares.













