Este martes, las autoridades palestinas han hecho un llamado urgente a un alto el fuego para permitir la evacuación de más de treinta recién nacidos y otros pacientes del principal hospital de Gaza. Según el director del hospital, la instalación se ha convertido en lo que describió como «una fosa común», debido a la falta de electricidad que obligó al personal a enterrar más de 120 cadáveres en el patio del hospital.
Las fuerzas israelíes han avanzado significativamente en la ocupación de la Ciudad de Gaza y el norte del enclave palestino, alegando la expulsión y eliminación de combatientes de Hamás. Se informa que controlan una gran parte de la ciudad y han tomado el control de instituciones gubernamentales, incluido el Parlamento.
En respuesta a los ataques, Hamás ha lanzado varios cohetes hacia Israel, hiriendo a dos personas en la ciudad portuaria de Jaffa, al sur de Tel Aviv. En Tel Aviv, una marcha ha sido iniciada y se prevé que concluya en Jerusalén.
Familiares de los rehenes de Hamás se dirigen hacia la oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, exigiendo medidas eficaces para lograr la liberación de todos los secuestrados.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha expresado su confianza en que los rehenes regresarán a salvo a sus hogares, mientras la comunidad internacional observa con creciente preocupación la situación en la región.
Se insta a todas las partes involucradas a buscar una solución pacífica y a respetar los derechos humanos, evitando más pérdidas de vidas y sufrimiento en la región.