Profesores que no consiguen efectivo para pagar un bus que los lleve a clase, alumnos que faltan porque quedan atrapados en filas para comprar alimentos: la crisis económica está paralizando las universidades públicas venezolanas.
Desde marzo, la Universidad del Zulia (LUZ), con sede en Maracaibo (noroeste), redujo la jornada a tres días semanales porque alumnos, docentes y empleados tienen dificultades para asistir.
“Trabajamos todos los días, pero nos organizamos para que cada profesor, alumno o empleado venga unas tres veces por semana”, dijo a AFP Judith Aular, rectora encargada de LUZ. Clases virtuales completan el horario.
Así se intenta detener la creciente “fuga” de maestros y estudiantes, muchos al exterior, ante el deterioro socio-económico, según Aular.
“Permitimos a los profesores buscar otra fuente de ingreso. Con lo que ganan no pueden mantener a la familia”, añadió.
Desde 2016, en la Universidad de Oriente, en Cumaná (este), se ha retirado un 25% de los profesores y 40% de los estudiantes, aseguró la rectora Milena Bravo.
Los profesores más experimentados, que trabajan a tiempo completo, ganan 3,9 millones de bolívares mensuales -10 dólares a la cotización del mercado negro- que alcanzan para cinco kilos de carne.
Fuente: AFP
