La crisis de combustibles no tiene fin en Bolivia. Esta semana se registra un faltante en la distribución de diésel y naftas, y llegando apenas a cubrir entre el 70% y 80% de la demanda en el país.
Según Armin Dorgathen, presidente de YPFB, la estatal petrolera, no se puede garantizar el suministro porque el Ministerio de Economía no asigne los recursos para su importación. El Presupuesto General del Estado de 2025 destina unos 56 millones de dólares semanales para la adquisición de combustible, pero el directivo estima que se necesitan alrededor de 60 millones de dólares cada semana para garantizar un suministro regular.
A mediados de esta semana, los surtidores de varias ciudades colapsaron con filas interminables de vehículos y camiones, que esperaban llenar sus tanques. Por su parte, la Confederación Sindical de Choferes de Bolivia se declaró en estado de emergencia.
Sin solución: solo «parches»
Desde hace dos años, Bolivia sufre períodos cada vez más prolongados de escasez de diésel y naftas; como consecuencia de la crisis económica y la falta de dólares, la importación de combustibles se hace cada vez más difícil.
El país importa casi el 90% del diésel y el 56% de las naftas; como los combustibles están subvencionados por el gobierno, se venden a un precio menor al real, lo que ha debilitado aún más su economía.
La administración central ha tomado algunas medidas temporales para reducir la demanda, como modificar los horarios de trabajo para disminuir la circulación vehicular o autorizar la importación directa para algunas industrias estratégicas. Sin embargo, estas soluciones parciales no resuelven el tema central: la dependencia absoluta de las importaciones.
Dólares paralelos y más problemas
Además del problema con la provisión de combustibles, la aguda crisis económica provocó una alteración en el mercado cambiario. Aunque oficialmente el Gobierno no ha devaluado la moneda, es prácticamente imposible conseguir dólares al tipo de cambio oficial fijo, de Bs. 6,96. En el mercado paralelo, el valor de la divisa fluctúa y actualmente llega a casi el doble: Bs. 12,40.
En medio de la falta de carburantes, también se reclama sobre la supuesta mala calidad de la nafta. Diferentes organizaciones de choferes y el Colegio de Ingenieros Mecánicos constataron daños en vehículos, que pueden ser atribuidos a la calidad del combustible, aunque desde el gobierno aseguraron que los carburantes cumplen con todas las exigencias.