La huelga de los empleados de las petroleras, incluida Petrobras, fue convocada en respaldo a la petición de los camioneros en huelga para que la estatal Petrobras reduzca los precios de los combustibles, que se han disparado con las turbulencias en los mercados internacionales de crudo y por la devaluación del real.
El paro, según la FUP, también busca presionar la renuncia del presidente de Petrobras, Pedro Parente, y denunciar las supuestas maniobras del Gobierno para vender activos de la mayor empresa de Brasil a multinacionales o privatizar la empresa.
Los sindicatos resaltaron que se trata de una paralización de “advertencia” y que puede caminar hacia una huelga general por tiempo indeterminado. No obstante, la FUP garantizó que la huelga iniciada este miércoles no causará desabastecimiento en Brasil, en un momento en el que el país ha sufrido en los últimos días la falta de algunos productos básicos, como combustible, por la huelga de los camioneros, que hoy llegó a su décimo día.













