Alexandre de Moraes, juez del tribunal supremo de Brasil, negó el pedido de prisión domiciliaria del expresidente Jair Bolsonaro por cuestiones de salud, pero autorizó su traslado a un hospital en Brasilia para ser operado, en fecha que aún no ha sido determinada.
Los abogados del exmandatario habían pedido permiso para llevar a cabo dos procedimientos quirúrgicos: el bloqueo anestésico del nervio frénico, que controla el diafragma, debido a un hipo recurrente que sufre el exgobernante, además de una operación por una hernia inguinal. Una evaluación médica de la Policía Federal, realizada a solicitud de Moraes, determinó que ambas intervenciones están justificadas.
Rechazan otro recurso de anulación de condena
El juez Moraes rechazó un nuevo recurso de la defensa de Bolsonaro, que pedía anular su condena.
A finales de noviembre, la corte suprema había dictaminado que se habían agotado todas las posibles apelaciones para el expresidente, quien comenzó a cumplir su condena en un cuarto pequeño de la sede de la Policía Federal en Brasilia. Fue trasladado allí de manera anticipada, luego de quemar la tobillera electrónica que controlaba su prisión domiciliaria preventiva.
Los recursos anteriores se habían centrado en denunciar “ambigüedades, omisiones y contradicciones” en el proceso, pero sus abogados presentaron una nueva apelación, rechazada este viernes, relativa al fondo del caso.
Moraes declaró inadmisible este tipo de apelación, ya que cuatro de los cinco jueces que lo juzgaron votaron a favor de la condena contra Bolsonaro. Según el magistrado, las normas del tribunal supremo estipulan que serían necesarios dos votos en contra del fallo para presentar un recurso de apelación sobre el fondo del asunto.
Ley y veto
Bolsonaro, de 70 años, fue declarado culpable de liderar una “organización criminal” que conspiró para asegurar su “control autoritario del poder” tras su derrota electoral ante el actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, en octubre de 2022.
Esta semana, el congreso brasileño, de mayoría conservadora, aprobó una ley que contempla la reducción de la condena de cárcel del expresidente de 27 a poco más de dos años. El presidente Lula Da Silva anunció el jueves que vetará el proyecto de ley, cuando llegue a su escritorio.
Sin embargo, el parlamento podría tener la última palabra, ya que tiene la facultad de anular el veto presidencial con una votación mayoritaria.














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