Tras el rechazo del Senado, los partidarios de despenalizar el aborto tendrán que esperar al menos un año para presentar un nuevo proyecto de ley. Aprobada en primera discusión por la Cámara de Diputados el pasado 14 de junio, la propuesta que habría permitido la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación necesitaba la ratificación del Senado para convertirse en ley. Pero allí la votación fue de 38 votos en contra, 31 a favor y dos abstenciones.
La decisión fue recibida con un estallido de alegría por los manifestantes que se oponían a la norma, que desde las primeras horas del miércoles, al igual que los partidarios, coparon los alrededores del Congreso.
Entre los que apoyaban el sí, reconocidos por sus pañuelos verdes, la reacción osciló entre la tristeza y la rabia. Algunos lanzaron piedras y quemaron basura, mientras la policía los disolvía con chorros de agua y gases lacrimógenos.
Los incidentes, aislados, dejaron siete detenidos, según la policía. “Nunca creímos que íbamos a llegar hasta acá, y tenerlo tan cerca y que se nos escape de las manos da mucha bronca e indignación”, dijo a la AFP Mailén, una manifestante de 24 años.













