En octubre del año pasado, el feroz ataque de Hamas contra Israel conmocionó al mundo, y la situación de rehenes mantiene en vilo a decenas de familias hasta el día de hoy. El nuevo ataque por parte de Irán solo ha profundizado la tensión en la región.
Ante esta situación, la Iglesia tiene la responsabilidad de atender a la voz profética de las Escrituras sobre el futuro del pueblo judío. Sin embargo, es crucial evitar interpretaciones apresuradas y comentarios ligeros que nos conviertan en mensajeros del miedo.
Las redes sociales se inundan de especulaciones apocalípticas, pero debemos recordar que la Biblia nos llama a la prudencia. Como cristianos, debemos ser fuentes de paz y no de alarmismo. La violencia nunca es la respuesta, y debemos orar por el cese de las hostilidades y el establecimiento de la paz en la región. Es necesario encontrar una respuesta seria al terrorismo, pero siempre resguardando la vida de los inocentes.
Por otra parte, líderes evangélicos como Harold Segura, Christian Hooft, Louder Garabedian, y Juan Cruz Cellammare, han hecho un llamado a la comunidad cristiana a orar por la paz y a discernir con cuidado los eventos actuales.
En este momento de incertidumbre, la Iglesia debe ser un faro de esperanza y un llamado a la acción. Debemos orar por la paz en Israel y en todo el Medio Oriente, y trabajar por un mundo donde la violencia ya no tenga lugar.
Quien se rige bajo las normas del cristianismo, debiera inclinarse por la paz a toda costa. Este pedido, ya con tono imperante, es el común denominador entre quienes se pronunciaron sobre este tema.
Oramos que cesen las hostilidades de parte de las naciones involucradas y se establezca la paz en la región – Christian Hooft presidente de ACIERA.
Juan Cruz Cellammare, presidente de la AEL (Alianza Evangélica Latina), fue categórico al declarar que “la posición de la AEL es la paz, es el diálogo, es el rechazo a toda clase de violencia o ataque que termina afectando a los seres humanos. La AEL no opina sobre conflictos históricos. Pero sí oramos por las iglesias evangélicas en ambos lugares. Que Dios les guíe en ser luz en medio de la tormenta y sean instrumento de paz”.
El pastor colombiano Harold Segura con una importante trayectoria sobre sus hombros y como Director de Relaciones Eclesiásticas e Identidad Cristiana de “World Vision” para América Latina y El Caribe, fue enfático al señalar que “debemos tener prudencia en la interpretación de los textos proféticos, para no caer en apresuramientos y exégesis ligeras que nos conviertan en mensajeros de desastres. También discernimiento político, que nos ayude a tener una comprensión más amplia y crítica del contexto de los conflictos sociales y políticos”.
En el mismo tenor se sumó el pastor Christian Hooft, presidente de ACIERA (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina), al decir que “oramos que cesen las hostilidades de parte de las naciones involucradas y se establezca la paz en la región”. Sostuvo, además, que “es necesario que se pueda dar una respuesta seria al tema del terrorismo, pero también es fundamental resguardar la vida de todas las personas inocentes tanto en Gaza como en Israel”.
También su par situado al otro lado del Río de la Plata, el pastor Louder Garabedian, director ejecutivo de CREU (Consejo de Representatividad Evangélica del Uruguay), fue coincidente en su postura. “Enérgicamente condenamos, como evangélicos, el acto terrorista del régimen islámico. Nuestra fuerza no es armamentista ni se basa en estrategias militares, sino que es espiritual. Por eso, debemos orar, interceder por la Israel eterna. Amamos incondicionalmente a Israel y sufrimos cada vez que vemos que es atacado”.














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