En un encuentro con empresarios paulistas, Eduardo Bolsonaro enumeró algunas de sus credenciales y emplazó a los directivos de la Federación de Industrias de Sao Paulo (Fiesp), la patronal más influyente del país, a hablar con los senadores para convencerles de los beneficios que traería su nombramiento para la economía brasileña.
El parlamentario del Brasil, de 35 años, fue propuesto por su padre como embajador y ya recibió el aval de Estados Unidos, pero para asumir el cargo todavía necesita ser designado oficialmente y contar con el apoyo del Senado.
Mientras Bolsonaro recaba apoyos, la Fiscalía de Brasilia presentó también en el mismo día un requerimiento en la Justicia para impedir la designación Eduardo Bolsonaro como embajador en Estados Unidos en el que cuestionó sus credenciales para asumir el cargo.
El organismo citó la falta de experiencia del hijo del presidente para el cargo y solicitó que el Gobierno tenga en cuenta criterios a la hora de efectuar un nombramiento, entre ellos reconocidos méritos en actividades diplomáticas y al menos tres años de experiencia en ese sentido.
«Dependo del apoyo del Senado federal. Cuento con el apoyo de los señores y, en caso de que tengan algún contacto con los senadores, díganles que esa apertura que tengo junto con la Casa Blanca va a acelerar y mucho los acuerdos comerciales y en otros sectores que les interesan», afirmó el hijo de presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el diputado más votado en las elecciones legislativas del pasado octubre.
Uno de sus objetivos como embajador, dijo, será presentar en Estados Unidos las «banderas» en materia económica impulsadas por el nuevo Gobierno.
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