El usuario queda así indefenso ante derechos cada vez más extendidos en los países más desarrollados, como el derecho al olvido, el derecho a la intimidad y la seguridad de que los datos personales no se van a ceder a terceros.
FaceApp suma ya más de cien millones de descargas en todo el mundo, y entre quienes ya los que bajaron figuran numerosos famosos, que jugaron a simular cómo sería su aspecto dentro de unos años y que compartieron esas imágenes en sus redes sociales.
Aunque esa función de envejecimiento está siendo la más utilizada por los usuarios, la app ofrece simulaciones para que el usuario compruebe cómo le sienta un cambio en el color de pelo, una barba o bigote, un tatuaje, o hasta un cambio de género.
Eusebio Nieva, director técnico para España y Portugal de la multinacional especializada en ciberseguridad Check Point, subrayó que el principal peligro de la aplicación son precisamente sus términos de uso y el almacenamiento de las imágenes que se generan durante su utilización.
En declaraciones a EFE, Nieva observó que las propias condiciones de uso de la aplicación que no están disponibles en la propia app sino en una web y que muy pocas personas leen antes de instalarla- advierten de que los datos podrían ser almacenados fuera de su país de residencia y no estar por lo tanto sometidos a la legislación vigente en ese país.














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