«Nuestra tarea principal es llegar al millón de voluntarios para el 23 de febrero. De forma presencial en los puntos de encuentro o de manera activa por redes sociales», pidió Guaidó, reconocido como mandatario interino por 50 países, en un mensaje que envió a los 600.000 ya inscritos.
A petición de Guaidó, los grupos de voluntarios empezaron a trabajar en varios estados del país en reuniones de preparación para la llegada de la ayuda extranjera y en los llamados «campamentos humanitarios».
Allí, bajo toldos instalados en distintos puntos del país, médicos generalistas, pediatras, nutricionistas, odontólogos y enfermeros voluntarios atendieron a los vecinos de varias comunidades.
Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora, asegura que el país «se prepara para la avalancha humanitaria», aunque no ha querido revelar detalles de cómo vencerán el cerco impuesto por el gobierno de Nicolás Maduro.
«Vamos a ir anunciando cosas específicas, poco a poco. Jugada ganada no se canta», comentó el opositor de 35 años, quien aboga por un gobierno de transición y elecciones libres.
El presidente Maduro ordenó a los militares bloquear el ingreso de la ayuda en medicinas y alimentos, por considerarla un «show político» y el preludio de una invasión militar estadounidense.