Filadelfia, RCC.- Se denomina mate a la infusión hecha con hojas de Yerba Mate. Estas plantas previamente secadas, cortadas y molidas forman la yerba mate, la cual tiene sabor amargo debido a los taninos de sus hojas. Por esto, hay quienes gustan de endulzar un poco el mate con azúcar, miel, stevia o endulzante no calórico. La espuma que se genera al «cebar» se debe a los glucósido que la yerba mate contiene.
Es consumido en América desde la época pre colombina por algunas etnias de origen tupí-guaraní, como los avá, los mbya, y también por otras etnias que realizaban comercio con ellos, como los ñandeva y los qom.
Fue adoptado rápidamente por los colonizadores españoles y quedó como parte del acervo cultural en Argentina, Uruguay, Paraguay, y también en zonas del Sur del Brasil y Mato Grosso do Sul, así como al sur y este de Bolivia.
Como sucede con el té, el café o el chocolate, posee un efecto estimulante debido a la cafeína que contiene.
Además se le suma un efecto, que es compensado por el alto consumo de agua que se realiza cuando se «matea», resultando así una infusión digestiva, depuradora y ―al poseer antioxidantes― preservadora del organismo.
¿Porqué no debemos abusar del consumo de mate?
Según la prestigiosa Clínica Mayo, la yerba mate posee la suficiente cantidad de cafeína en su contenido como para incrementar los niveles de presión arterial a cifras no recomendables. Por este motivo, su consumo se encuentra contraindicado para personas que sufren de hipertensión.
Enfermedades hepáticas
Una investigación realizada en 1967 y publicada en la revista Journal of Clinical Pathology, ha demostrado que el consumo en exceso de yerba mate a lo largo de los años, hace que las personas sean más vulnerables ante el desarrollo de enfermedades hepáticas. De esta forma, si tienes un hígado delicado, es recomendable que optes por otra infusión.
Por eso, disfrutemos de esta deliciosa infusión, acompañada de demás hierbas naturales sabiendo que todo exceso tiene un impacto a la salud.
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