En el Departamento de Salud Mental del Hospital General Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, en lo que va del año, se registraron 5.347 consultas, de las cuales el porcentaje mayoritario correspondieron a consultas por maltrato infantil (38%) y trastornos depresivos (38%).
En ese contexto, profesionales de este servicio dependiente del Ministerio de Salud refieren que, desde el nacimiento y durante toda la vida, establecer vínculos afectivos de amistad es un factor que forma parte esencial para el desarrollo de una salud mental saludable.
Contar con una red social cálida y de apoyo en las adversidades hace que los niños y adolescentes encuentren un sentido a su vida, los protege de las depresiones y les permite reponerse a diferentes traumas. Los niños que no cuentan con un sistema de apoyo social se sienten más solos, tristes y son más vulnerables a sufrir maltratos y depresiones.
En la revista científica Child Development (2017), se evidencia que la calidad de las amistades adolescentes, y no la cantidad, es la que establece niveles más bajos de depresión y niveles más altos de bienestar emocional a futuro. Por lo tanto, la ciencia alerta que tener sólo un grupo de amigos íntimos puede ser lo mejor para la salud mental a largo plazo.
Tener amigos aporta una salud mental saludable, ellos acompañan en el camino de la vida, y su influencia es tan importante que incide en el bienestar general y, en especial, en la salud mental.
Es importante ayudar a los niños y adolescentes a elegir aquellas amistades sanas que les impulsen a ser mejores personas y a salir adelante a pesar de las adversidades, que les ofrezcan: palabras de contención en momentos de crisis, orientación adecuada, alguien con quien llorar y risas para compartir, críticas constructivas, aliento para ir en busca de sus sueños y/o simplemente compañía.
Los afectos profundos son necesarios para vivir mejor. Algunos beneficios de tener y mantener fuertes lazos de amistad:
- Reduce el riesgo de sufrir enfermedades mentales, como la depresión.
- Ayuda a reponerse de eventos adversos y estresantes de la vida, como una enfermedad grave, haber sufrido algún tipo de maltrato, la pérdida de un ser querido, y traumas.
- Permite compartir los buenos y malos momentos con alguien de confianza.
En conclusión: ¡Tener amigos es terapéutico!
