Ellos practicaban cada semana, eran enseñados en los principios bíblicos y crecían como deportistas y personas. Al mismo tiempo, participaban en varias ligas organizadas para proveer una sana competencia entre las diferentes escuelas, mientras individuos y familias conocieron al Señor y comenzaron a caminar con Él.
La pausa obligada a partir de marzo de 2020 permitió reformular métodos y procedimientos a fin de prepararse una vez que se volviera a cierta normalidad. Así se formuló un nuevo plan, manteniendo inalterable la visión original.
Este contempla varios niveles de capacitación, partiendo de Decubre Deporvida, evento de un día en el que los interesados se familiarizan con los conceptos básicos, los objetivos, metodologías, etc. Se han realizado tres de estos eventos en Alto Paraná, Caaguazú y Central, y para septiembre se contempla otro en Boquerón.
Luego viene Experimenta Deporvida, que es un programa intensivo de tres días en que los participantes se capacitan en diversas áreas para servir como líderes locales. Se realizó el primero en julio con 54 participantes de 28 iglesias.
Finalmente está el nivel de Agentes Formadores, en cooperación con la Universidad Evangélica del Paraguay, un programa de nueve semanas con una charla por cada semana, presentadas por líderes de Deporvida y la UEP, de manera intercalada. En la actualidad se lleva a cabo uno de estos programas con 36 participantes.
Además se incorporarán niveles de Diplomado y Educación Superior por medio del convenio con la UEP.
Según Tobías Wall, coordinador de Deporvida, “este modelo está probando ser muy eficaz para los nuevos tiempos y nos permite preparar a los voluntarios y líderes en diversos planos, teniendo en cuenta las necesidades actuales; de esta forma podemos mirar el futuro con fe y esperanza”.
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