Al igual que otros profesionales, sean de la salud o educación, sin dejar de mencionar a policías o personal que trabaja en constante contacto con el público, los pastores y sacerdotes también deben ser tenidos en cuenta en orden de prioridades para recibir la vacuna contra el covid-19.
En este tiempo donde el proceso de vacunación avanza en Latinoamérica y en nuestro país estamos por pasar los 1 millón de vacunados estoy de acuerdo en dar prioridad a las personas que diariamente ponen en riesgo sus vidas buscando el beneficio de otros.
Este es el caso de tantos Pastores y Sacerdotes del Paraguay quienes sin condiciones, arriesgado sus vidas, familia y ministerio se entregan diariamente a su vocación, a su llamado incluso haciendo a un lado el temor.
El trabajo pastoral va más allá de predicar un sermón el domingo, en los últimos meses la cantidad de personas quienes atraviesan por una crisis emocional, estrés, ansiedad y tantos otros problemas que afectan la salud mental principalmente, su primera opción en muchos casos es la Iglesia, por una consejería, orientación o simplemente buscando un oído quien les escuche para posteriormente recibir unas palabras de aliento y esperanza.
Diariamente el trabajo pastoral lleva a tener contacto con cientos de personas a través de:
Ayuda Social: Esta tarea es parte esencial del trabajo pastoral junto a su Iglesia. Acciones de ayuda por medio de comedores, ollas populares, hogares, visita a cárceles, centros de tratamiento y recuperación de adictos… hay cientos de frutos que hablan por sí solos.
Consejería y/o Contención: Al igual que los psiquiatras y psicólogos el trabajo pastoral es escuchar a las personas y ayudarlas a tratar y solucionar problemas personales, familiares, sentimentales entre otros. Es importante mencionar que muchos Pastores tienen años de preparación y estudio donde aparte del tema teológico, tienen preparación en consejería y capellanía.
Mensajes de Esperanza: Por medio de predicaciones semanales en reuniones, cultos, misas, en las casas o templos. Indiscutiblemente esto es más que necesario y es un punto de contacto con cientos de personas cada semana.
Hago un llamado a las autoridades al frente del Ministerio de Salud y los representantes encargados de la distribución de las vacunas, de la logística y el cronograma de inoculaciones y solicito incluir también a este sector de la sociedad. Se puede lograr un trabajo bien coordinado por medio de las Asociaciones acreditadas por el gobierno quienes nuclean a miles de Iglesias en el Paraguay.
No olvidemos, la Iglesia siempre fue, es y será parte de la solución y no del problema.
Juan Cruz Cellammare – presidencia@fundajoven.org