César Vidal, durante esta semana, ha dedicado un editorial especial a fin de explicar desde su punto de vista cuál es la situación actual del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, y su relacionamiento con la Agenda Globalista que se pretende instalar.
Antecedentes:
Corría el año 1944 y más concretamente los días del 01 al 22 de julio cuando se celebró en Bretton Woods (Nuevo Hampshire, Estados Unidos) encaminada a diseñar el nuevo orden monetario y financiero que se implantaría después de la Segunda Guerra Mundial, dicho evento se conoció como «Los acuerdos de Bretton Woods«.
De la reunión participaron las 44 naciones aliadas que combatían al Eje y en los acuerdos, también se decidió la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, usando el dólar estadounidense como moneda de referencia internacional. Ambas organizaciones empezaron a funcionar en 1946.
«Semejante medida implicaba convertir a Estados Unidos en la primera potencia mundial pero no sobre la base de su poderío militar, sino, sobre la del tráfico mercantil, llegando con la caída de la Unión Soviética en 1991 a convertirse en la única potencia. No solo eso, podría multiplicar su deuda hasta niveles astronómicos simplemente porque, al ser el dólar la monea de intercambio universal, el dinero de todo el mundo acaba pasando por Estados Unidos y pagando su endeudamiento», explicó Vidal en su Editorial del 14 de marzo pasado.
Un poco de contexto similar
- En el año 2002 se publicaron las memorias de David Rockefeller, en las mismas el magnate americano revelaba que formaba parte de un grupo al que él mismo denominaba «Cábala secreta», cuyas metas chocaban con los intereses nacionales de los Estados Unidos al pretender crear una sola estructura social, política y económica, un solo mundo que lógicamente se encontraría bajo su control.
- Tras realizar dicha afirmación Rockefeller señalaba que habían organizaciones que fueron diseñadas para avanzar en esa agenda globalista e incluso llegaba a señalar cómo el propio Régimen Cubano se había integrado en ese proyecto tras la caída de la Unión Soviética.
- En el año 2008 el Foro Económico Mundial lanzó la cumbre inaugural sobre la Agenda Global, en Dubái. En el curso de dicha reunión en la que estuvieron presentes 700 expertos mundiales se abordó la realización de 68 cambios globales que debían afectar a todo el planeta.
- En los años siguientes la Agenda Globalista recibió varias reformulaciones como la denominada «Agenda 2030» de la ONU o como el gran «Reseteo Mundial» del Foro de Davos.
- En el Año 2020, el Foro Económico Mundial incluso llegó a publicar un breve video publicitario anunciando 8 predicciones para el mundo en el año 2030, precisamente el año que da nombre a la Agenda Globalista de las Naciones Unidas.
- El video que se titulaba «En 2030 no tendrás nada y serás feliz», señala como su tercera predicción que Estados Unidos no será la superpotencia que dirige el mundo, sino más bien, un puñado de países gobernarán.
En otras palabras, para el año 2030 habría terminado, según el Foro Económico Mundial, el periodo de hegemonía de los Estados Unidos.
Según César Vidal, el mundo lleva más de un año en un periodo de inflación, en España es una calamidad pero en Estados Unidos, el imperio, no se veía desde los años 40′. La deuda que tienen en la actualidad la mayoría de los países es impagable y los empuja a una quiebra.
BlackRock, una empresa de gestión de inversiones estadounidense y que es considerada como la más grande del mundo en gestión de activos, emitió un informe reciente advirtiendo de que en Europa quebrarán casi todos los países menos Alemania y las naciones pequeñas «frugales» como Holanda, Dinamarca, Noruega y otros pocos más. El resto, incluida Francia, puede quebrar porque no podrán pagar su deuda.
Esta situación requería de una cortina de humo densa que lo cubra totalmente y empujarlo hacia lo que será la Agenda 2030, junto con el gran reseteo o la Agenda Globalista del Foro Económico Mundial. Para lograrlo se ha creado una situación de gran magnitud, que sirve de pantalla, en donde se «provocó» a Rusia.
«Empezamos a señalar que Ucrania va a ser de la OTAN y por lo tanto tendrá misiles, va a tener misiles nucleares que acaban con el principio de mutua destrucción asegurada que ha existido hasta ahora y que ha evitado una guerra nuclear porque cualquier ataque que realizara una potencia nuclear contra otra tendría efectos devastadores. Si tu colocas misiles en Ucrania en 5 minutos puedes llegar a Moscú un armamento nuclear y a Rusia no le da tiempo a responder», afirma Vidal.
La respuesta de Rusia es la más lógica desde el punto de vista de su interés y que es lo mismo que haría Estados Unidos en caso de que Rusia intentase colocar misiles en México, Puerto Rico, Cuba u otro país cercano. Rusia reaccionó e intentó solucionarlo de manera diplomática y al no conseguirlo acaba interviniendo militarmente.
Tras este hecho, paralelamente comenzó también la manipulación de la información con la censura de todos los medios que no brindan el discurso oficial comenzando con la prensa rusa y no solo eso, sino que se convierte a Ucrania en un sitio de héroes y se instala el discurso de que la inflación, la crisis económica es a causa del Gobierno Ruso, atacando directamente la figura de su presidente Vladimir Putin.
«Estamos en esta situación, al borde de una recesión económica que será mucho más grave que la del 2008 y que además, previsiblemente, como también apunta la Agenda 2030 concluirá, entre otras cosas, con que Estados Unidos no va a seguir siendo la primera potencia mundial, mientras tanto se manipula la información. Cuando uno mira el mapa del mundo y se observa a los países que aplicarán sanciones a Rusia solo se encuentra a Estados Unidos y a los países de la OTAN. En estos momentos se están jugando la estabilidad del dólar y la base de la hegemonía norteamericana no es su ejercito sino fundamentalmente el dólar, la única moneda de intercambio universal. Si tu expulsas a Rusia de esa línea del dólar, ya que Rusia está con China, además sigue manteniendo transacciones con otros países y si comienza a admitir transacciones en otras monedas se estará jugando a que el dólar deje de ser la moneda universal y si pasa será una catástrofe para los intereses estadounidenses, ya que su deuda se estabiliza solo gracias al dólar», consideró Vidal.