IV Charles Colson: Construyendo una cultura cristiana (I Parte)

A. Kravtsev, al escribir su tesis sobre los “CINCO PUNTOS DE VISTA SOBRE LA RESPONSABILIDAD CRISTIANA HACIA EL ESTADO A LA LUZ DE LA "TEOLOGÍA DE LA PRESENCIA FIEL" DE JAMES D. HUNTER”, analiza la teología política de Charles Colson dentro del marco más amplio de su visión de la cultura. Colson, quien se convirtió al cristianismo antes de ser acusado de cargos relacionados con Watergate, se convirtió en una de las voces más influyentes del cristianismo en USA. Sus libros incluyen: ¿How Now Shall We Live? (1999) y God and Government: An Insider’s View on the Boundaries Between Faith and Politics (2007).

Para Colson, la redención en Cristo “nos da poder para asumir la tarea puesta en los primeros seres humanos en los albores de la creación: someter la tierra y extender el dominio del Creador sobre toda la vida”. Los cristianos somos llamados “a ayudar a llevar la restauración de Cristo a todo el orden de la creación”. Para este fin, se debe aprender a ver el cristianismo como una “cosmovisión total y un sistema de vida”, y “a aprovechar la oportunidad del nuevo milenio para ser nada menos que los agentes de Dios en la construcción de una nueva cultura cristiana”.

Colson cree que, a pesar del secularismo creciente de la civilización occidental, la naturaleza humana sigue siendo irresistiblemente religiosa, por lo que, a menos que sus aspectos sociales y religiosos coexistan, la humanidad continuará en agitación.

El reino de Dios ya está presente en el mundo como una regla, no un reino, en la forma de la soberanía absoluta de Dios sobre el “orden total de vida en este mundo y en el próximo”. Este orden invadió la corriente de la historia, pero su progreso depende de la transformación personal de los individuos. «Conozco a millones que me dicen que se sienten desmoralizados por la decadencia que nos rodea. ¿Dónde está la esperanza? La esperanza que cada uno de nosotros tiene no está en quién nos gobierna, o qué leyes se aprueban, o qué grandes cosas hacemos como nación. Nuestra esperanza está en el poder de Dios obrando a través de los corazones de las personas, y ahí es donde está nuestra esperanza en este país; ahí es donde está nuestra esperanza en la vida».

Este razonamiento sienta las bases para su abordaje, que trata en detalle de las expresiones específicas del reino en la plaza pública: el concepto de patriotismo cristiano («Los patriotas cristianos pasan más tiempo lavando los pies que agitando banderas»); las oportunidades y peligros para los cristianos en la política («Los cristianos nunca deben tener un partido político. Es un gran error casarse con una ideología, porque el mayor enemigo del evangelio es la ideología. La ideología es un formato hecho por el hombre de cómo el mundo debe funcionar, y los cristianos en cambio creen en la verdad reveladora de las Escrituras». «Cuando la iglesia se alinea políticamente, da prioridad a los compromisos y éxitos temporales del mundo político en lugar de su confesión cristiana de la verdad eterna. Y cuando la iglesia renuncia a su lugar legítimo como la conciencia de la cultura, las consecuencias para la sociedad pueden ser horribles».); el papel de las pequeñas asociaciones de ciudadanos en la vida de la sociedad, (la virtud proviene de los propios ciudadanos, “actuando a través de grupos más pequeños como la familia, la iglesia, la comunidad y las asociaciones voluntarias”), etc.

Colson argumenta que aunque el estado sirve a una tarea divinamente designada, no es en sí mismo divino: su autoridad es legítima, pero limitada. De lo contrario, el propio Estado puede degenerar fácilmente en tiranía y opresión.

Su tarea es principalmente negativa: proteger la vida y los bienes y preservar la paz y el orden en la sociedad. En sentido figurado, actúa “como árbitro, asegurándose de que todos siguen las reglas y juegan limpio” (1999, 390).

Además del estado, Dios ha provisto otras dos instituciones que ayudan a proporcionar el orden social: la familia, para la propagación de la vida, y la iglesia, para la proclamación del reino de Dios.

Colson se da cuenta de que la paz y la armonía no se pueden alcanzar a través de los esfuerzos humanos, sin embargo, el reino de Dios se manifiesta a través del pueblo de Dios. Él cree que este hecho debe dar a los cristianos esperanza y aliento mientras luchan por construir una cultura informada por una cosmovisión bíblica. Para Colson: “el hecho de que Dios reine puede manifestarse por medios políticos, siempre que los ciudadanos del Reino traigan Su luz a las instituciones del reino del hombre”.

Por Isaias Vergara, Maestria en Política de Gobierno, Regent University, Director EPLS Desarrollo Organizacional

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