La Fundación FundaJoven viene trabajando fuertemente en prevención desde hace más de 12 años en el Paraguay y por medio de aliados llegando también a otros países de Latinoamérica. Uno de sus proyectos más resaltantes por su impacto y alcance es el denominado “Yo Amo a la Familia” que a través del libro de cuentos que lleva el mismo nombre y con la figura de la famosa actriz Maria Antonieta de las Nieves “La Chilindrina” hace prevención del abuso sexual infantil.
La iniciativa se desarrolla en asentamientos, comunidades, iglesias, escuelas entre otros establecimientos que se encuentran en barrios y zonas vulnerables. Todas las acciones son coordinadas con referentes o líderes locales en conjunto con comisiones vecinales o la misma municipalidad.
Según la coordinadora, la Lic. Maria Sol Cellammare hasta la fecha se pudo alcanzar a 6.475 niños junto con sus padres de manera directa en 46 eventos realizados respetando todos los protocolos sanitarios como lavado de manos, distanciamiento social y uso de mascarillas.
Incluso en el marco del Show de Yo Amo a la Familia, así se denomina el evento que involucra música, cantos, bailes entre otros atractivos para los más chicos, se han entregado además tapa bocas y una merienda comunitaria para todos los presentes.
La coordinadora del proyecto dijo “estamos doblando esfuerzos, no nos detenemos a causa de la pandemia porque sabemos que es ahora donde las familias necesitan aún más, no solo una vaso de chocolatada y un tapa bocas como venimos entregando, sino que hoy día los chicos están más expuestos a la vulneración de sus derechos porque están en casa, encerrados muchas veces y en base a las estadísticas en el país sobre casos de abusos, son los parientes más cercanos los mismos abusadores, los que tienen acceso directo a los niños”.
“No solo en el mes de mayo donde recordamos una fecha importante recordando el Día Nacional contra el Abuso y la Explotación Sexual de Niños y Adolescentes del Paraguay, la prevención debe ser todo el año, los 365 días, esa es responsabilidad de todos”, expresó.
Del mismo modo desde FundaJoven sostienen que la prevención es responsabilidad de todos es por eso que sus proyectos son integrales, llegan a los más chicos pero también a los padres de familia. Todos debemos y podemos hacer prevención, debemos estar alertas ante las señales incluso que nuestros hijos nos dan con el comportamiento, con sus gestos y palabras, expresaron desde la ONG.
En caso de tener alguna consulta sobre señales de alerta o necesita consejería, pueden llamar al 098112028 Fono CENIVAS un servicio gratuito de FundaJoven al servicio de la comunidad.
Estadísticas de Prevención
Hasta la fecha por medio de la iniciativa de Yo amo a la Familia se han alcanzado 57.597 personas desde sus inicios en el 2018. Así también se han podido identificar 755 menores de edad que de alguna forma han sido vulnerados en sus derechos y otros 745 menores que manifiestan que personas extrañas han intentado tocar sus partes privadas.
Consejos de prevención
- Enseñarles que tienen el derecho a decir “no” ante propuestas de cualquier persona extraña o conocida, o en actos que le parezcan impropios o incómodos.
- Generar ambientes de confianza en donde las niñas y los niños se sientan escuchados.
- Invitarlos a que pregunten a un adulto cuando sientan confusión ante manifestaciones de acercamiento de otras personas o ante preguntas o peticiones que realicen.
- Explicarles la diferencia entre las caricias buenas que les hacen sentir bien, y los tocamientos que les resultan desagradables e incómodos.
- Nadie puede obligarle (ni parientes) a demostrar su afecto en formas que le moleste.
- Explicarles que hay secretos buenos y secretos malos. Los buenos son de cosas agradables y los secretos malos son de cosas que te hacen daño: tocar el cuerpo a escondidas es un secreto malo, y hay que contarlo rápidamente a una persona adulta y de confianza.
- Asegurarse de que el niño sabe decir NO si alguien intenta tocarlo de manera que se sienta incomodo, con caricias malas.
- Explicarles que no se deben abrir puertas a extraños, ni ir a sus casas, ni a pasear con ellos sin el permiso de sus padres.