Pero para que todo ese entramado de planes sea viable, es preciso cambiar la Constitución Nacional un muro hoy día imposible de sortear por parte del plan del gobierno mundial emergente.
Uno de los gestores y defensores del cambio de la Constitución Nacional es el Canciller Euclides Acevedo, maestro de la masonería, quien recientemente declaró al medio Infobae que en nuestro país deberían darse “pasos audaces” para cambiar la “turbulenta historia del país” -no sabemos si la expresión pertenece al medio o al Canciller pero en cualquiera de los casos el calificativo es absolutamente desmedido- su apuesta es la reforma constitucional para dar paso a una nueva República.
Un hecho indiscutible de la carta magna es su perfil marcadamente cristiano. Ya en el Preámbulo hay una invocación a Dios y se declara que el instrumento fundamental de la República fue elaborado bajo fundamentos cristianos:
“El pueblo paraguayo, por medio de sus legítimos representantes reunidos en Convención Nacional Constituyente, invocando a Dios, reconociendo la dignidad humana….”
Otro aspecto radical que se opone a la perspectiva abortista es la protección de la vida desde la concepción e incluso mucho más que eso, hay muchos más derechos consagrados con relación a la vida humana:
“Artículo 4 – DEL DERECHO A LA VIDA El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Se garantiza su protección, en general, desde la concepción. Queda abolida la pena de muerte. Toda persona será protegida por el Estado en su integridad física y psíquica, así como en su honor y en su reputación. La ley reglamentará la liberta de las personas para disponer de su propio cuerpo, sólo con fines científicos o médicos”.
Asimismo, desde el punto de vista constitucional, el matrimonio está constituido por un hombre y una mujer lo que se contrapone a las pretensiones del globalismo de liberar la conformación familiar a esquemas destructivos que promueven el desorden, la confusión y el caos.
“Artículo 49 – DE LA PROTECCIÓN A LA FAMILIA La familia es el fundamento de la sociedad. Se promoverá y se garantizará su protección integral. Esta incluye a la unión estable del hombre y de la mujer, a los hijos y a la comunidad que se constituya con cualquiera de sus progenitores y sus descendientes”.
Si tomamos en consideración la posición que lleva adelante el globalismo por conducto de la ONU, la Constitución Nacional del Paraguay es supuestamente “discriminatoria” y contraria a los “derechos humanos” debido a que se han ido incorporado nuevos “derechos humanos” que no forman parte de la primera declaración universal de diciembre de 1948.
Si la Constitución Nacional ya en su inicio ratifica “la soberanía e independencia nacionales” evidentemente es una traba para la gobernanza mundial que como lo estamos viendo viene atropellando las soberanías nacionales para imponer una agenda a como dé lugar.
¿Estamos tomando conciencia del contexto internacional en el que desarrollamos nuestra vida, trabajo y nos proyectamos hacia el futuro? Es una pregunta que cada uno debe hacerse en su fuero interior y conversarla en su entorno cercano.
En un tiempo en el que el ecologismo adquiere aristas de religión mundial y crecen las presiones sobre la producción agrícola y ganadera para que se circunscriban a espacios cada vez más reducidos y virtualmente se coacciona a las empresas productoras a retroceder en sus emprendimientos, es tiempo de reflexionar sobre los planes reales que impulsan la idea de un cambio de la Ley más importante de la República.
Es preciso entender lacomplejidad de fuerzas ocultas que se mueven desde el exterior y pensar en la formación de grupos de pensamiento que evalúen el panorama de modo a no ser sorprendidos por una dinámica que se mueve en lo secreto y que apunta siempre a actuar de tal modo que las sociedades un día despierten ante hechos consumados.
En estos tiempos de oscuridad y confusión, lo peor que nos puede pasar es que sea eclipsada la luz que nos guía porque adormecidos en nuestros quehaceres, se aprovecharon de nuestros egoísmos y hemos dejado que con lazos engañosos, terminen atando, anulando nuestro entendimiento.














Dejá tu comentario