La titular del Programa Nacional de Control de la Tuberculosis, la Dra. Sonia Aguirre habló en exclusiva con la RCC respecto a la disminución del 40% de los casos de incidencia de la tuberculosis en personas privadas de su libertad.
Mencionó que vienen desarrollando varias estrategias de trabajo con población de indígenas, con personas privadas de su libertad, población VIH, población con drogas y resistencias. Específicamente en los centros penales con apoyo del ministerio de justicia las unidades se dedican a la búsqueda de los sintomáticos respiratorios y a la detección de los casos y el seguimiento en el tratamiento.
La disminución se dio gracias al apoyo del fondo mundial con que cuenta el país. Resaltó también la capacitación de recursos humanos sanitarios, la formación de promotores pares y las charlas de sensibilización a los privados de libertad.
“Cada año se realizan charlas en los diferentes pabellones de los 14 centros penitenciarios con que cuenta” expresó Aguirre mientras destacaba la habilitación de laboratorios dentro de los penales de Ciudad del Este, Encarnación y Concepción, lo cual facilitó el diagnóstico para no trasladar las muestras del centro penitenciario a los laboratorios del ministerio de salud.
Resaltó el acompañamiento cercano y la verificación continua de las labores en dichas penitenciarias. Aclaró también que el Ministerio de Salud provee toda la medicación.
Concluyó diciendo que en tuberculosis el tratamiento lleva su tiempo y que los trabajos se siguen realizando en el trascurso de este año.
Datos Importantes
La tuberculosis es una enfermedad causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. Es curable y prevenible. Se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos bacilos para quedar infectada.
Se calcula que una tercera parte de la población mundial tiene tuberculosis latente; es decir, esas personas están infectadas por el bacilo pero (aún) no han enfermado ni pueden transmitir la infección.
Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen a lo largo de la vida un riesgo de enfermar de tuberculosis de un 10%. Sin embargo, este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema inmunitario está dañado, como ocurre en casos de infección por el VIH, malnutrición o diabetes, o en quienes consumen tabaco.
Cuando la forma activa de la enfermedad se presenta, los síntomas (tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, etcétera) pueden ser leves durante muchos meses. Como resultado de ello, en ocasiones los pacientes tardan en buscar atención médica y transmiten la bacteria a otras personas.