Cada 21 de marzo se conmemora el Día mundial del síndrome de Down, seres increíbles con corazones nobles

Un niño con ojitos rasgados, con los brazos cargados de amor, y una sonrisa brillante, son las características de una persona que no conoce la maldad. Cada 21 de marzo es conmemorado su día con el propósito de generar una mayor conciencia pública y recordar la dignidad inherente, la valía y el sinnúmero de contribuciones de las personas con síndrome de Down como promotores del bienestar en sus comunidades.

El síndrome de Down siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud.

El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.

En diciembre de 2011, la Asamblea General designó el 21 de marzo Día Mundial del Síndrome de Down. Con esta celebración, la ONU quiere generar una mayor conciencia pública sobre la cuestión y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades. Asimismo, quiere resaltar la importancia de su autonomía e independencia individual, en particular la libertad de tomar sus propias decisiones.

El síndrome de Down es una alteración genética causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en discapacidad intelectual.

La incidencia estimada del síndrome de Down a nivel mundial se sitúa entre 1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 recién nacidos.

Rompiendo paradigmas en TV a través de Yo Amo a la Familia

Yo amo a la familia sigue sumando historias que llenan de emoción y alegría, como la de Kike Garcete, un adolescente con Síndrome de Down que incursiona ahora en la televisión a través del programa Yo amo a la familia, enseñándonos que el síndrome de Down no es una enfermedad, ni impedimento para poder prosperar en la vida.

“Yo amo a la familia” es una iniciativa de la fundación Funda joven, cuyo objetivo principal es reforzar el trabajo en la prevención de la vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

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