Frecuentemente nos encontramos en situaciones en las que queremos renunciar a lo que hacemos o salir de un lugar, o hacer cambios por diferentes razones, de forma impulsiva, sin pensar o sin tener un buen tiempo de oración. Y esto me hizo relacionar con un podcast que había escuchado anteriormente del pastor Robert Barriger diciendo: “antes de tomar una decisión toma una taza de café”, dando a entender que esos minutos de tomar un buen café, el disfrutar de ese tiempo, pueda ayudar a relajarse y poder pensar mejor.
Se dice que a lo largo del día, las personas tomamos una media de 35.000 decisiones y tan solo somos completamente conscientes de una pequeña parte de ellas.
Concretamente, nuestro cerebro toma el 99,74% de las decisiones de manera automática, es decir, sin que realmente seamos conscientes de ellas. Como por ejemplo, antes de salir para el trabajo decido que vestirme, qué comer, o si en ese día hacemos o no deporte, etc, pero existen otros puntos o temas que son mucho más relevantes por los cuales debemos de cuidar o saber escogerlos.
O quizá, uno está pasando momentos difíciles donde prácticamente está con muchas dudas o cargas y lo único que desea es dejar todo, soltar y marcharse, pero es necesario e imprescindible que en ese momento pueda reflexionar, preguntándose y preguntándole a Dios, en oración, con ciertas interrogaciones como: ¿Traerá paz a mi vida? ¿Podré honrar a Dios con esto?”.
“Tomar decisiones” es algo con el cual nos encontramos frecuentemente, en cuyas circunstancias somos probados y debemos decidir correctamente. Por ello quisiera dejar algunos puntos muy importantes que nos ayudarían a tomar buenas decisiones.
Primeramente, la fuente y base de poder decidir correctamente, es buscando respuestas en el manual de vida, la biblia. Y entre esos tenemos algunos pasajes que nos muestran esas directrices como:
En Proverbios 3: 5-6 nos dice “Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas.
Señor, dame a conocer tus caminos; ¡Enséñame a seguir tus sendas! Todo el día espero en ti; ¡enséñame a caminar en tu verdad, pues tú eres mi Dios y salvador! Salmo 25:4-5.
La biblia es el mayor soporte para nuestra vida, sin la palabra de Dios no podemos tener una dirección es por eso que hoy te invito a que puedas leer la biblia y puedas entender hacia qué dirección debes de caminar, el segundo consejo es que te rodees de personas que puedan ayudarte a tomar buenas decisiones, pues muchas veces tomamos decisiones equivocadas por consultar con personas equivocadas.
Es imprescindible, llevar una vida de oración y que de esa manera pedir a Dios que ponga en nuestra vida personas que puedan orientarnos a tomar buenas decisiones. Entender que la intimidad con el Señor sea la fuente de cada decisión que ha de ser tomada, porque muchas nos guiamos por las cosas que llegan a nuestro corazón pero al final la voluntad de Dios es la que PERMANECE en nuestra vida, es decir, que desde las cosas más sencillas hasta las más complejas, debe ser una cuestión de Intimidad con Él.
Además, debemos de aprender a decir que NO, AUNQUE DUELA, nuestras decisiones deben de ser firmes mediante la Palabra. En el mundo secular estamos rodeados a que se nos inviten a hacer cosas que pueden afectar nuestra relación con Dios, e igual terminamos haciendo lo que otros quieren y no lo que la Palabra dice. ¿Por qué ocurre esto? Porque no somos firmes en el momento de decidir un No. Vivimos para agradar al hombre y no a Dios.
Nuestra prioridad como creyentes debe ser la voluntad de Dios, si no sabemos qué es lo primero y lo más importante, mayormente, tomaremos decisiones equivocadas, seremos como las ondas del mar arrastradas de un lado a otro por donde el viento las controla. Por lo tanto, debemos de establecer un orden en nuestra vida, ¿Cómo? La clave para ordenar nuestras prioridades es poner a Dios como cabeza, y después lo demás, Dios se encargará de ponerlo en el lugar que corresponde.
Puesto que si lo secular (afanes) están en nuestra cabeza, lo secular decidirá los asuntos de Dios, por ello, es sumamente necesario que Jesús sea el enfoque de nuestra vida. “Cuanto más sea Jesús el centro de mi corazón más decisiones acertadas tendré, mientras más me llene de la palabra de Dios y busque el rostro de Jesús en oración, más claro tendré el panorama de mi vida, puesto que las tinieblas son las que opacan, no me permiten ver con claridad, sin embargo la misma presencia de Jesús es la que disipa toda niebla de mi mente y corazón.
Por eso, hoy más que nunca te invito a que antes de tomar una decisión hagas esta pregunta “¿Dios, con esta decisión podré yo darte la gloria?”
No olvides que fuimos llamados solo y únicamente darle la gloria al Señor y que tus decisiones puedan exaltar a Jesús, pide a Dios que a partir de ahora Él tome el timón de tu vida. A Dios sea la gloria.
Escrito por: Pr. Diego López Master en teología Pastoral de Cohen University and Theological Seminary. Actualmente Presidente Nacional de la APEP Joven Y Pr. principal de la Iglesia Casa de Presencia Itaugua y COME LORD. (Denominación: cristiana (Paraguay)














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