Filadelfia, RCC.- Una alimentación sana es variada y equilibrada. Según la OMS, las frutas y verduras son componentes importantes de una dieta saludable. Un bajo consumo de frutas y verduras está asociado a una mala salud y a un mayor riesgo de enfermedades no transmisibles (cardiovasculares, respiratorias crónicas, cáncer y diabetes).
En conmemoración al “Día Mundial de la Alimentación”, proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El lema de este año expresa “Nuestras acciones son nuestro futuro. Una Alimentación Sana. Para Un Mundo #Hambrecero”.
Con esta celebración, se pretende promover la alimentación sana y, además, concientizar al público que es posible acabar con el hambre y todas las formas de malnutrición. Es un llamado mundial en favor del “Hambre Cero”, de un mundo en el que haya alimentos nutritivos y asequibles para todas las personas en todas partes.
Según la FAO, cada vez se dedica menos tiempo a cocinar en el hogar, sobre todo las personas que viven en entornos urbanos, donde se depende en mayor medida de los establecimientos de comida rápida, de los supermercados, de la comida para llevar, etc. Esto da lugar a que se sigan dietas poco saludables que, sumadas a los estilos de vida sedentarios, han propiciado un incremento significativo de las tasas de sobrepeso y obesidad en países desarrollados, pero también en los países con economías deprimidas, donde hambre y obesidad conviven, paradójicamente.
El Ministerio de Salud recomienda retornar a la alimentación tradicional y reducir el consumo de productos procesados, optar por prácticas alimentarias y estilo de vida saludable, para contribuir a una mejor calidad de vida de los ciudadanos.
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