Según datos del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), el logro es fruto de cuatro años de trabajo ininterrumpido, iniciado en 2021 con una idea inicial de “Casa Automatizada” que evolucionó hasta convertirse en una ciudad modelo autosostenible. El sistema integra 42 microchips con funciones independientes destinadas a cuidar el medio ambiente, promover el uso de energías renovables y mejorar la calidad de vida de los habitantes.
Uno de los componentes más innovadores del proyecto es un robot de monitoreo capaz de detectar sustancias químicas, medir temperaturas en casos de incendio y enviar información a una base de datos que permite proteger la vida de los bomberos y optimizar los sistemas de emergencia.
En materia ambiental, el diseño incorpora purificadores de aire con elementos naturales para zonas de alta contaminación, mientras que en el ámbito de la inclusión, emplea inteligencia artificial para integrar Lengua de Señas Paraguaya y otras herramientas de accesibilidad dirigidas a personas con discapacidad visual, auditiva o motriz.
“Luego de un quinto lugar en Brasil en 2023, hoy traemos el primer puesto y la medalla de oro. En una institución pública también existe educación de calidad y no tenemos nada que envidiar a las privadas. Si se forma un buen equipo, se logran grandes resultados”, expresó con orgullo Mirtha Riveros, directora general de la institución.
La delegación luqueña estuvo compuesta por Lucas Delvalle, Anabela Ozuna y Ariel Martínez, estudiantes del bachillerato técnico; Yeny González, tutora metodológica; y Eligio Román, mentor del proyecto. La inversión total alcanzó los 24 millones de guaraníes, costeados a través de actividades comunitarias y el esfuerzo conjunto de docentes, padres y alumnos.
El “prototipo de Ciudad Autónoma, Inteligente e Inclusiva” ya despertó el interés de municipios, gobernaciones y empresarios, que ven en esta creación una oportunidad real para implementar tecnología al servicio del bienestar ciudadano.
Con este triunfo, los jóvenes luqueños no solo elevaron el nombre del Paraguay en un escenario internacional, sino que también demostraron que la educación pública puede ser semillero de innovación, ciencia y esperanza para el futuro del país, según el ministerio.