Durante su discurso, el jefe de Estado subrayó que la calidad educativa —desde la educación inicial hasta la superior, incluyendo la formación técnica y profesional— es el verdadero motor que impulsa la productividad, la competitividad y la mejora de la calidad de vida de los paraguayos. “La calidad no se negocia, porque es la base que nos permite progresar como nación”, enfatizó.
Peña remarcó que no se trata únicamente de obtener un título, sino de asegurar que la formación recibida prepare efectivamente a los jóvenes para insertarse en el mundo laboral y desarrollarse profesional y personalmente. En ese sentido, advirtió que el mero cumplimiento administrativo o el pago de cuotas no garantizan oportunidades reales si no existe una educación de calidad detrás. “Es la calidad de la educación lo que permite el progreso, no el papel del título”, sostuvo.
El mandatario destacó la importancia estratégica de la nueva Escuela de la Calidad, que tendrá a su cargo la formación de pares evaluadores responsables de velar por la integridad ética y técnica de los procesos de acreditación. Según señaló, estos evaluadores llevarán sobre sus hombros una enorme responsabilidad: garantizar la confianza de la sociedad en el sistema educativo y en las instituciones que forman a los futuros profesionales del país.
Peña también puso el acento en el impacto social de la educación superior, recordando que para muchos jóvenes un título universitario representa un logro histórico dentro de sus familias. Sin embargo, advirtió que ese esfuerzo pierde sentido si no va acompañado de competencias reales que permitan acceder a empleo y desarrollo. “Solo ciudadanos competentes, críticos y comprometidos pueden construir una sociedad que prospere”, afirmó.
En otro tramo de su mensaje, el presidente reconoció que el camino hacia una educación de calidad implica sacrificios y enfrenta desconfianzas heredadas de errores del pasado, pero aseguró que no existen atajos para el desarrollo. “Ser implacables con la calidad es la única forma de avanzar. No hay otro camino”, sentenció.
Finalmente, Peña reafirmó que la principal riqueza del Paraguay no está únicamente en sus recursos naturales, sino en su gente, y que hacer de la educación la política central del Estado es una obligación estratégica. Felicitó a los nuevos egresados del programa piloto de formación de evaluadores y ratificó su respaldo a la ANEAES y a su conducción, destacando que la calidad educativa será el cimiento del Paraguay moderno, competitivo y próspero que el país aspira a construir.