De repente, sin ningún preaviso o insinuación, el Presidente Santiago Peña, acompañado en la decisión por el Ministro del Ambiente y Desarrollo Sostenible, Rolando de Barros Barreto, sacaron un decreto, que considero es un gran acierto. De hecho, ya se hubiera restringido hace 10 o 15 años atrás la proliferación de Estaciones de Servicio en gran parte de nuestro país. Hay avenidas en las cuales hay un surtidor o varios por cuadra. Algo llama la atención hace rato… ¿tantos usuarios somos? ¿Es un negocio tan rentable? ¿O hay otros negocios detrás, ocultos al ciudadano común?
Lo cierto y concreto que ahora por decreto se prohíbe, en ámbitos urbanos, abrir nuevas estaciones de servicio. Manipular en el ámbito urbano, en espacio más reducido, con material inflamable como el combustible, es una bomba de tiempo. El riesgo de incendios, explosiones es enorme; más aún con las altas temperaturas que caracterizan a nuestro país. El riesgo de contaminación ambiental, y especialmente a los acuíferos y ríos (que son nuestra principal fuente de agua potable) es uno de los factores que motivó a esta ACERTADA DECISIÓN. Quedan seguramente algunas Estaciones de Servicio que instalar en algunos tramos viales rurales, que por su desarrollo y conectividad van a brindar esas oportunidades de inversión, por ejemplo, en la ruta Bioceánica en proceso de construcción, o la Ruta PY12 entre Nueva Asunción y Gral. Bruguez; o el Corredor Metropolitano del Este en el Alto Paraná, para mencionar esas opciones a futuro. ¡Bien por la Seguridad Ciudadana, Bien por el Cuidado Ambiental!
Escrito por: Dr. Arnoldo Wiens.
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