En el seno del Mercosur se había retomado el debate –desde octubre del año pasado- sobre la posibilidad de firmar un tratado de libre comercio con China, pero todavía había dudas respecto de la alianza entre Paraguay y Taiwán. La interrogante era si la posición nuestra dentro del bloque sería un obstáculo para el acuerdo con China continental. No obstante, lo manifestado por Fernández Valdovinos aclara esa situación.
De acuerdo a los antecedentes, Paraguay mantiene relaciones diplomáticas con la República de China (Taiwán) desde 1957, y nunca estableció en su historia relaciones formales con la República Popular (comunista-maoísta) de China (PRC). El miembro de Mercosur “más entusiasta” con crear una zona de libre comercio con la nación comunista es Uruguay, que cree que con ella nuestro bloque puede ampliar el comercio con un enorme mercado de unos 1.500 millones de consumidores.
En cuanto a la relación comercial con Estados Unidos, explicó que Paraguay es uno de los pocos países con déficit comercial con la nación norteamericana. En cuanto a los aranceles del 10% (aplicados por el Gobierno de Donald Trump), el ministro manifestó que los productos paraguayos “son competitivos” para el mercado estadounidense.
“La economía paraguaya sigue siendo competitiva aún con esos aranceles y creemos que tenemos buenos productos para penetrar todavía en el mercado americano, a pesar del 10% más caro que significan por nuestros productos”, dijo.
ECONOMÍA RESILIENTE
Por otra parte, Fernández Valdovinos destacó la solidez de la economía paraguaya frente a los desafíos globales, calificándola como una “economía resiliente” (capacidad de adaptarse bien a la adversidad, amenaza o fuentes de tensión significativas)”.
En ese sentido, habló de la importancia de “estar preparados” para los “choques económicos”, recordando eventos como la pandemia y la fluctuación de los precios de los commodities. “Lo mejor que puede hacer un país es prepararse, porque los choques pueden ocurrir en cualquier momento”, afirmó.
Resaltó asimismo la estabilidad económica de nuestro país, que ha mantenido un “rumbo económico sólido”, basado en políticas macroeconómicas robustas y una apertura a la inversión extranjera.
