Medio internacional destaca política del Gobierno que apuesta a las huertas para poder reducir la pobreza

La política de protección social que apunta a reducir la pobreza de las familias rurales por medio de la implementación de las huertas y que es implementado el Estado paraguayo fue destacado por un medio internacional.

En 2021, casi el 10 % de la población mundial no tuvo acceso a una alimentación adecuada. En América Latina, fueron 8 de cada 100 personas. Los datos divulgados la semana pasada por Naciones Unidas confirman que la pandemia profundizó el hambre. En ese contexto surgió el Proyecto Mi Huerta, apoyado por el organismo internacional, que benefició a 5.700 familias paraguayas con insumos y capacitación para proveerse sus propios cultivos y vender el excedente.

Entre 702 y 828 millones de personas en el mundo no tuvieron alimentación suficiente el año pasado. Es decir, el 9,8 % de la población mundial sufrió hambre durante 2021, según el informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2022 (SOFI, por sus siglas en inglés) que presentaron en conjunto cinco agencias de Naciones Unidas (ONU). Una de ellas, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), aseguró que el objetivo de la ONU de erradicar el hambre en 2030 se aleja cada vez más.

En ese sentido, los expertos de la ONU resaltan que los sectores que más ayuda económica reciben son los del arroz, el azúcar y las carnes, mientras que la producción de frutas y hortalizas consigue menores apoyos, especialmente en algunos países de ingresos bajos.

En este contexto, Paraguay implementó hace casi dos años el Proyecto Mi Huerta con el objetivo de mitigar la inseguridad alimentaria —que según el informe afecta al 8,7 % de su población— y generar ingresos a las familias rurales en situación de extrema pobreza.

La iniciativa, que promueve la conformación de huertas familiares, ya alcanzó a más de 5.700 familias de trece Estados ubicados en el sudeste del país. El 90 % de las personas beneficiadas por el programa son mujeres, la mayoría de las cuales son consideradas jefas de hogar.

En Paraguay, el 70 % de la población vive de la agricultura y una sequía de tres años —entre los efectos de la crisis de cambio climático— el aumento del costo de vida y las consecuencias socioeconómicas de la pandemia de la COVID-19 profundizaron la escasez de alimentos y la situación de pobreza.

Mi Huerta forma parte del Programa Tekoporã, la política más importante de protección social que tiene el Estado paraguayo desde 2005, que alcanza a 165.000 familias. En el marco de ese programa, ya 55.000 familias (aproximadamente un 30 %) habían desarrollado huertas.

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