En ese sentido, el Ministerio de Desarrollo Social destacó que la incursión de participantes del programa Tekoporã en este rubro permitió a los titulares de derecho dedicarse a la actividad, diversificando los cultivos y mejorando la infraestructura en sus propias viviendas para aumentar los volúmenes de producción.
Esta realidad hoy se visualiza en las experiencias de participantes de este programa de protección social del MDS, que dan testimonio de la importancia de una actividad a la que se han volcado de lleno, motivando además a referentes comunitarios a incursionar en un rubro viable que permite en este tiempo enfrentar problemas interrelacionados con la seguridad alimentaria, nutrición, salud y seguridad económica.
Facundo Tijeras, participante del programa Tekoporã de la compañía Estero Camba del departamento de Ñeembucú, es el reflejo del impacto, refiere que en un principio las huertas solo estaban destinadas para el autoconsumo familiar, situación revertida ante la necesidad de contar con ingresos extras que ayuden al sostenimiento del hogar.
“La huerta es de mucho provecho para mi familia, nos ayuda incluso para la olla popular en nuestra comunidad, yo comencé plantando lechuga, tomate, cebolla, todo para nuestra cocina, luego a través del programa y la Gobernación pude agrandar la huerta”, relata.
Facundo también enfrentaba dificultad en conseguir semillas para diversificar sus cultivos, situación revertida mediante la provisión de insumos y herramientas por parte de la Gobernación, esto posibilitó optimizar el trabajo y obtener variedad para la oferta de los productos en feria, las que se constituyen en una seguridad económica para la mayoría de las familias del programa.
El participante resaltó la gran ayuda recibida por el Estado a través del programa social del Ministerio de Desarrollo Social, que articula acciones con la Gobernación del departamento de Ñeembucú para asistir a las familias vulnerables en este punto del país.
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