Felicitan intención del MEF de cortar subsidio al transporte público, porque el servicio no mejora

En una entrevista con RCC Radio, el abogado y economista Víctor Pavón felicitó este miércoles la posición asumida por el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, de cortar el subsidio a las empresas del transporte público urbano. Señaló que el secretario de Estado “está en lo cierto”, ya que la política de subsidios en el transporte público no ha dado resultados, y más aun considerando que en Paraguay todavía tenemos un régimen que no es de competencia.

El Dr. Víctor Pavón manifestó que ese subsidio para los transportistas, que ronda los US$ 14 millones, en realidad va a parar a un grupo que, en lugar de brindar un mejor servicio —en calidad, horarios, itinerarios— ha terminado entorpeciendo el ingreso de nuevos operadores.

Dijo que cuando un grupo recibe subsidios, como ha venido sucediendo, se hace muy difícil para quienes no lo reciben poder competir. “El subsidio en el transporte público nunca es bueno, porque acarrea daños implícitos y explícitos. Implica que el dinero sale del bolsillo de la gente, ya que el Estado no tiene fondos propios”, aclaró.

Agregó que el grupo que recibe el subsidio “tiende a funcionar como un cártel”, como un oligopolio, y así la calidad del servicio no mejora. “Lo que hemos visto es una reducción en la calidad de los ómnibus. Hubo algunas mejoras, como el aire acondicionado, pero ni siquiera eso ha sido suficiente para las necesidades del área metropolitana”, lamentó.

Al señalársele que, en algún momento, se habló sobre redirigir el subsidio, en el sentido de que, en vez de entregarlo a las empresas, que vaya directamente al usuario final, y que con el sistema de tarjetas para el pago del pasaje se podría hacer una transferencia directa a la cuenta del usuario, contestó: Eso, necesariamente, implica un costo para el contribuyente. Y afecta también a quienes no usan el servicio. Aunque parezca menos dañino, la política de subsidios permanece intacta”.

Añadió que se mantiene la llamada “tarifa técnica”, que se calcula según kilometraje, combustible, mantenimiento, salarios, etc. Dijo que el subsidio cubre la diferencia entre esa tarifa técnica y lo que realmente paga el usuario. Por ejemplo, si el pasaje técnico cuesta 5.000 guaraníes, pero el usuario paga solo 3.000, ese diferencial lo cubre el subsidio. ¿De dónde sale ese dinero? Del gobierno, claro, que lo toma del contribuyente. Así, se convierte a ese sector en un grupo privilegiado. No se obtiene una verdadera señal de cuánto cuesta realmente el servicio. Además, la calidad del servicio no mejora”, insistió.

Afirmó que hoy día la oferta de transporte se ha reducido tanto que los ciudadanos no pueden elegir, y el grupo subsidiado se convierte en un cartel, contrario a la transparencia de los recursos públicos.

GESTIÓN CORRECTA

Consultado sobre la idea de que el Gobierno asuma por completo la responsabilidad del servicio de transporte público, a través de alianza público-privada, Pavón contestó: “El transporte público es un negocio muy importante, y puede ser rentable si se gestiona correctamente. En todo el mundo el transporte público tiene una alta demanda. Y Asunción y el área central no son la excepción”.

Añadió que la demanda seguirá creciendo, por lo tanto, es un negocio rentable, y el transporte público no necesariamente debe ser estatal para servir al público. “No hay razón para aplicar subsidios si hay competencia real. Hoy, los itinerarios se reparten entre ciertos grupos, en complicidad con autoridades locales. Esto convierte al servicio en un privilegio”, aseveró.

TRANSPORTE Y EDUCACIÓN PÚBLICA

Al señalársele que el MEC, por ejemplo, ha delegado parte de su responsabilidad a instituciones privadas, que ven la educación como negocio. Entonces, si el transporte también es visto solo como negocio, ¿Quién garantiza que llegue a zonas menos rentables? ¿No sería el Estado quien debe asumir ese rol, como con la educación pública?

Al respecto, el profesional señaló: “No es incompatible el negocio con el servicio público. El negocio busca rentabilidad y puede existir en educación o transporte. La rentabilidad, aunque mínima, es lo que mantiene viva una actividad. La educación pública, por ejemplo, no es gratis. Es muy costosa y los resultados siguen siendo pobres. Entonces, tampoco se justifica el gasto. Si algo no da ganancias ni mejora, terminará desapareciendo. El Estado, claro, no quiebra, pero eso no significa que gestione bien”.

CONCEPTO FALSO

El doctor Pavón manifestó asimismo que el concepto de que el servicio público no debe generar ganancias es falso. “Toda actividad —educación, salud, transporte— busca algún beneficio. Si no hay beneficios, la actividad desaparece. El problema de fondo es que hoy el Estado cubre el déficit con dinero del contribuyente, pero no logra mejorar la calidad del servicio, ni en transporte ni en educación. Por ejemplo, en el informe PISA, de 81 países, Paraguay quedó en el puesto 80. Eso muestra que el gasto público no garantiza buenos resultados”, subrayó.

 

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