El informe señala que, por un lado, será difícil que nuevas industrias se instalen en el país, debido a que no podrán acceder al suministro de energía eléctrica que asegure el correcto desarrollo de sus actividades. Por el otro, -agrega- las industrias ya instaladas no podrán aumentar su capacidad productiva por la misma razón.
Sostiene que estas cuestiones “impactarán negativamente” en la inversión y la producción, tanto nacional como extranjera. A la par, el estancamiento de la inversión y la producción traerán consigo una desaceleración del empleo.
Advierte que si no pueden instalarse nuevas industrias o las existentes no pueden crecer más, será imposible que más individuos se inserten al mercado laboral. “Esto generará desempleo, lo que impactará directa y negativamente en el bienestar de la población”, remarca.
Añade que de lo anterior se puede deducir que, si bien la escasez de energía eléctrica no causará un “apagón per se”, sí generará un “círculo vicioso” que estará caracterizado por falta de inversión, estancamiento de la producción y desempleo, e impedirá el crecimiento de la economía.
Sin embargo, alerta que con una demanda de potencia máxima superior a la oferta, sí se producirían apagones y sobrecargas, dándose picos de demanda de potencia en días y horas en que converge la necesidad de electricidad de hogares y empresas; que al encender al mismo tiempo electrodomésticos, equipos y máquinas, sobrecargarían el sistema y se generaría un corte de la energía.
Expresa que los cortes, conocidos como “alivio de carga” podrán ser de forma aleatoria y de forma imprevista para el consumidor, lo cual obligaría a disponer de generadores térmicos y de acción inmediata. “Con sistemas computarizados de producción hasta esos pequeños momentos de ‘micro cortes’ pueden afectar la producción”, indica.

DÉFICIT
Respecto al déficit de energía, señala que cuando Paraguay se quede sin excedente (en 2033), técnicamente el uso de energía eléctrica no podrá aumentar. “Por lo tanto, estimando en qué porcentaje el crecimiento del PIB del país depende del uso de energía eléctrica, aproximadamente se ubica entre el 70-80%. En este sentido, es la energía más productiva que usa el país, a diferencia de otras fuentes”, sentencia.
Resalta que la “tasa de crecimiento potencial” del Producto Interno Bruto (PIB, lo que puede crecer la economía usando todas sus capacidades) se estima entre el 4,5% al 5% anual. “Si el uso de esta no puede crecer más, el crecimiento potencial del PIB se reduciría hasta solo 1,8% (sería lo máximo que podría crecer); y para el año 2054, el Producto sería 74% menos que el potencial estimado actualmente”, subraya.