Alerta crítica: El incumplimiento de contratos del Estado amenaza la seguridad jurídica y frena la economía real, según CAPACO

La economía paraguaya enfrenta una “preocupación crítica” ante la creciente incapacidad del Estado para honrar sus compromisos contractuales. Economistas, líderes de opinión y representantes de gremios empresariales han advertido que este incumplimiento no es un mero problema administrativo, sino un riesgo estructural que socava la confianza, pone en jaque la seguridad jurídica y amenaza la actividad de sectores clave como la construcción.

Alerta crítica: El incumplimiento de contratos del Estado amenaza la seguridad jurídica y frena la economía real, según CAPACO

Esta contundente coincidencia de criterios surgió este jueves del conversatorio “Deuda del Estado, economía y seguridad jurídica”, organizado por la Cámara Paraguaya de la Industria de la Construcción (CAPACO), donde se analizó la situación financiera del país.

El núcleo del problema es la clara y creciente brecha entre los compromisos asumidos y la capacidad real de pago del Estado. El exministro de Hacienda, César Barreto, fue enfático al señalar la gravedad de la coyuntura, desmintiendo que se trate de un riesgo futuro.

“Hoy existe un desfase claro entre los compromisos asumidos por el Estado y los pagos que realmente está pudiendo hacer,” declaró Barreto. “Los números no cierran porque el nivel de desembolsos no guarda relación con el volumen real de obligaciones devengadas”, alertó.

Recordó que el endeudamiento previo, diseñado para saldar la deuda con la construcción y el sector farmacéutico, resultó insuficiente, y la deuda ha vuelto a acumularse rápidamente, generando alarma en toda la cadena productiva.

PROGRAMAS SOCIALES SIN RESPALDO AGRAVAN LA DEUDA

Una de las causas señaladas del actual desorden fiscal es la implementación abrupta de programas sociales permanentes, como “Hambre Cero” y la universalización de la pensión para adultos mayores, sin una adecuada gradualidad ni un respaldo financiero suficiente y sostenible en el tiempo.

Barreto aclaró que la crítica no es a la importancia de los programas, sino a su ejecución fiscalmente irresponsable. “Nadie cuestiona la importancia de los programas sociales; el problema es que fueron implementados sin gradualidad ni previsión. Cuando se incorporan gastos permanentes de forma abrupta, inevitablemente se desplaza el financiamiento destinado a proveedores y contratistas”, señaló.

La advertencia es clara: estos compromisos permanentes seguirán creciendo, ejerciendo una presión insostenible sobre el presupuesto y limitando drásticamente la capacidad del Estado para sostener sus obligaciones vigentes con el sector privado.

LA CONFIANZA EN JUEGO: CONVERGENCIA FISCAL VS. DEUDA INTERNA

Un punto crucial del debate es la inconsistencia entre el discurso gubernamental de convergencia y responsabilidad fiscal ante organismos internacionales y la realidad interna de la deuda impaga. “No se puede hablar de convergencia fiscal mientras se acumulan deudas con proveedores del propio Estado,” sentenció el exministro. “Maquillar el déficit no soluciona el problema; retrasa decisiones que deben tomarse hoy”, asevero.

Los economistas participantes subrayaron asimismo que el incumplimiento de contratos rompe la garantía fundamental sobre la que opera la economía. El mantenimiento del grado de inversión del país, factor clave para el acceso a crédito barato y la atracción de capitales, depende directamente de que Paraguay honre su palabra y brinde previsibilidad a sus inversores y contratistas.

LA CONSTRUCCIÓN COMO «VÍCTIMA Y MOTOR»

Hubo un consenso absoluto en que la crisis de pagos afecta a la economía en su totalidad, siendo el sector de la construcción uno de los principales afectados y, a la vez, un termómetro de la crisis.

“La construcción no es un sector aislado: cuando se frena, se frena toda la cadena productiva que depende de ella,” puntualizó Barreto. “Cada obra paralizada implica proveedores sin cobrar, empleos en riesgo y menor actividad económica en todo el país.”

«PERSPECTIVA SOMBRÍA» PARA 2025-2026

La proyección a corto plazo es desalentadora si no se toman medidas correctivas urgentes. La combinación de baja inversión pública, gasto social permanente sin financiamiento y una deuda creciente con proveedores augura años difíciles. “Si no se introducen correcciones ahora, 2025 y 2026 serán años particularmente difíciles en términos fiscales,” advirtió Barreto.

La solución, según los expertos, comienza con la transparencia y la previsibilidad. El Estado debe establecer y comunicar un cronograma claro de pagos, evitar seguir acumulando compromisos sin respaldo financiero y, sobre todo, dejar de maquillar el déficit con deuda interna.

 

 

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