El director de Jubilaciones del IPS, Carlos Cabral, señaló que el pago del beneficio de fin de año para jubilados representa uno de los factores más relevantes en el déficit del fondo previsional. Recordó que este desembolso se realiza desde 1995 y que, según la normativa vigente, su aprobación depende de la decisión del Consejo de Administración y de la disponibilidad financiera.
Un estudio actuarial presentado este año reveló que en 2024 el 33,9% de las rentas generadas por el fondo fue utilizado para cubrir el déficit corriente, donde el componente más significativo corresponde al pago del beneficio adicional.
Cabral explicó que, si bien en el corto plazo el desembolso sigue siendo posible gracias a la rentabilidad de los recursos del fondo de jubilaciones y pensiones, el panorama estructural muestra señales de preocupación. Desde 2020, el fondo arrastra un déficit mensual, y los ingresos corrientes provenientes de aportes de trabajadores y empleadores ya no alcanzan para cubrir las jubilaciones ordinarias.
La situación se agravó tras la pandemia, que transformó un escenario de superávit en déficit casi permanente. El único mes con saldo positivo en 2024 fue agosto, con un superávit de 625 millones de guaraníes.
Ante este escenario, el IPS presentó una propuesta técnica que contemplaba un incremento del 1,25% en el aporte obrero-patronal, aplicable tanto a trabajadores activos como a jubilados, con el objetivo de dar una fuente de financiamiento estable al beneficio. No obstante, la propuesta quedó en etapa de proyecto.














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