La semana Santa no es lo que por mucho tiempo habíamos pensado, al menos no en la cultura que nos enseñó que es un tiempo de festejos y de deleites carnales. Hay 4 ideas erradas que las personas creen de la pascua.
1- No es momento de deleitarse en los placeres carnales
Parece algo contradictorio que celebrando la muerte de Cristo, quien murió por nuestros delitos y maldades, muchos aprovechen este tiempo para festejar y dar rienda suelta al pecado (vicios, sexo, orgías, actos inmorales). «Este es un momento para acercarnos más a Dios, para buscar la redención y transformación de las vidas».
2- No es un tiempo de distracción
Muchas personas se olvidan de la verdadera esencia de la pascua, lo tienen como un tiempo de liberalidad en la que pueden salir a divertirse. «Esta es una fecha para agradecer a Dios por tan maravilloso sacrificio y para apercibir a otros a entender la importancia de lo que sucedió en la cruz del calvario y del tan alto precio de la salvación. No podemos estar distraídos y mucho menos los tiempos tan peligrosos que estamos viviendo».
3- No es momento de alejarse del protagonista de la pascua, Jesús
Un hecho muy contradictorio es que las personas parecen alejarse más de Dios en este tiempo, muchos están tan concentrados en su diversión que se olvidan del verdadero protagonista de la pascua. La verdad es que en este tiempo es cuando más las personas deberían acercarse a Jesús, no solo por una semana, sino por la vida entera. Cabe destacar que no buscamos que las personas se encierren en una religiosidad durante la fecha, sino más bien que recobren el verdadero sentido de ella. «Aprovechemos esta temporada para hablarle al mundo del protagonista real de la pascua».
4- No es tiempo de religiosidades vanas
Muchos durante este periodo se hacen partícipes de «ciertas creencias» que les llevan a participar de rituales religiosos sin fundamento bíblico, como lo son: visitar lugares sagrados, pagar promesas, vestirse de morado, bendecir los ramos, bañarse en un río… y la más errada de todas, «la abstención de carnes rojas». Estas y muchas otras creencias extremas llevan a muchos a participar de una semana santa mítica, celebrada erróneamente. «Es tiempo de dejarse de fabulas y simplemente reconocer al que murió en la cruz del calvario, de abandonar una vida alejada de su verdad y acercarse confiadamente a Él».
Esta es una buena oportunidad para recordar la muerte y resurrección de nuestro Salvador Jesucristo, quien murió por nuestros pecados y rebeliones y nos reconcilió con el Padre tal y como lo dicen las sagradas escrituras (2 Corintios 5:18).
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