Varias horas antes del inicio del encuentro, los miles de hinchas que obtuvieron una entrada estuvieron llenando el estadio, en medio de todo se estaban realizando conciertos de bandas argentinas. Cabe mencionar que cerca de 1,5 millones de personas intentaron comprar entradas para este partido.
El partido fue una excusa para celebrar nuevamente y ver a los protagonistas que en diciembre pasado retornaron a Argentina con la Copa del Mundo, en aquel entonces unas 5 millones de personas desbordaron las calles de Buenos Aires para celebrar el título con la selección, pocos días después del triunfo de Argentina frente a Francia en la final.
El estadio Monumental se llenó de muchas familias con niños, también los jugadores llevaron a sus hijos que los acompañaron tanto al inicio de la ceremonia, con el canto del himno, como en la celebración final en la que dieron la vuelta olímpica.
La selección continuará la fiesta la semana próxima, con un segundo amistoso ante la minúscula Curazao, en Santiago del Estero (norte). Para ese partido, las entradas se agotaron el jueves en menos de dos horas.