La planificación de este evento tuvo un tiempo de siete años, fue un proyecto de Red Bull Stratos. Cinco años se trabajó en la creación y desarrollo del transporte, así como, el traje utilizado para la travesía. Tras 10 años el mismo Félix Baumgartner recuerda: “Fueron siete años de trabajo, muchos altibajos, dejamos caer varias veces la pelota, pero nunca perdimos de vista nuestro objetivo”.
Space Jump realizó un documental donde se observa como Red Bull Stratos captó la atención del mundo, cuando Félix Baumgartner regresa a la cápsula que lo llevó al espacio aquel 14 de octubre de 2012 y así rememorar las situaciones que vivió estando en la estratosfera terrestre.
El gran salto incluso debió suspenderse en dos ocasiones debido a las condiciones climatológicas, recién en la tercera oportunidad se pudo lograr ascender el globo de helio. En total la subida completa duró dos horas y media.
El gran acontecimiento fue seguido por unas ocho millones de personas en todo el mundo que pudieron hacerlo a través del YouTube, una cifra que revolucionó las transmisiones por streaming.
Antes de realizar el salto, el austriaco Félix Baumgartner dedicó unos momentos para dar un pequeño discurso como legado: «Sé que todo el mundo está mirándome ahora, y deseo que pudiesen ver lo que yo logro ver. A veces, tienes que ir hasta lo más alto para entender cuán pequeño eres. Ahora, regreso a mi hogar».
Luego, encontrándose por encima del planeta Tierra se lanzó al vacío y en su descenso alcanzó una velocidad de 1.357,6 km/h, de esa manera, rompiendo la barrera del sonido que es de 1.236 km/h, otro hecho muy significativo.
La web oficial de Guinness World Records hace mención de algunos récords mundiales logrados con el salto de Baumgartner:
- Uno de ellos es el globo más grande con una persona a bordo. La capsula que llevó Félix Baumgartner al espacio tenía una capacidad de 850.000 m³ de helio.
- La altitud más alta sin ataduras fuera de un vehículo.
- El mayor número de vistas simultáneas para un evento en vivo en YouTube.
La programación aeroespacial y la tecnología espacial continúan alimentándose de los conocimientos que dejó el salto de Félix Baumgartner.