Se disputaba la tercera fecha del Torneo Clausura 1996, Vélez recibía al poderoso River Plata dirigido por Ramón Díaz. El conjunto de Liniers pasaba por el mejor momento de su historia tras obtener la Libertadores frente a Sao Paulo, la Intercontinental ante Milán. Tres meses antes había sido campeón del Apertura 1995, sacando seis puntos de ventaja sobre sus perseguidores Racing y Lanús respectivamente.
Parecía que nada mejor les podía pasar a los hinchas del Fortín, sin embargo, esa noche del viernes 22 de marzo serían testigos de uno de los goles más impresionantes del fútbol. Vélez igualaba 1-1 ante River Plate, a los 21 minutos del segundo tiempo, Francescoli cometió infracción sobre Raúl Cardozo cerca del medio campo. El árbitro Carlos Mastrángelo (que ese día dirigía su último juego en primera división), sancionó la falta.
Entonces José Luis Chilavert salió corriendo de su arco con la intención de ejecutar el tiro libre. El paraguayo sacó un potente remate al arco que hizo que el juez principal se tuviera que agachar. El tiro recorrió unos 60 metros de distancia y se metió en el arco de un desconcertado Germán Burgos que intentó retroceder y saltar atrás para desviar el remate, sin embargo, no hizo sino caer dentro de su propia portería.
Fue un gol absolutamente impresionante, los hinchas en el estadio se abrazaban con locura, Chilavert corriendo hacia la Platea Norte del estadio José Amalfitani mientras fue esquivando los brazos de sus compañeros. El portero se tiró en el campo y estando boca abajo, los jugadores se tiraron encima suyo buscando ser parte de tan semejante golazo. Luego, fue felicitado por Carlos Bianchi y volvió a su portería donde fue nuevamente ovacionado por los hinchas que se encontraban en la popular.
Han pasado exactamente 26 años de ese increíble tanto. Finalmente, Vélez ganaría el Torneo Clausura 1996 con un punto de ventaja sobre Gimnasia de la Plata. En ese campeonato, José Luis Chilavert convirtió cuatro goles, el mencionado tanto a River Plate, uno de penal a Lanús y dos goles a Boca Juniors, uno desde los doce pasos y otro de tiro libre con el arquero Navarro Montoya como víctima, la noche que tuvo una pica con Diego Armando Maradona y el árbitro Javier Castrilli expulsó al 10.
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