De origen italiano y proveniente de una familia de esgrimistas, Da Ponte no estaba designado para competir en los Juegos de la nación azteca, pero la eliminación de la selección de fútbol y la renuncia del equipo de remo llevaron al Consejo Nacional de Deportes a elegirlo a última hora.
México había cursado una invitación con pasaje y estadía en la Villa Olímpica pagados, para que Paraguay participara por primera vez en los Juegos. En 48 horas se confeccionaron el logotipo, el sello y los documentos del atleta. Con su padre, Rodolfo Ítalo Da Ponte, como entrenador y único acompañante, el esgrimista puso rumbo al norte del continente.
En una entrevista divulgada por la agencia Efe, Da Ponte recordó las improvisaciones que continuaron a su llegada a la capital mexicana, incluso para el desfile inaugural. “Nos recibió nuestro embajador y el secretario. Estábamos yo de abanderado, mi padre de escolta y necesitábamos el trípode. Entonces, el embajador le dijo al señor Óscar Arias (secretario de la embajada paraguaya en México) que fuera a buscar un pantalón gris perla y una chaqueta azul para que hiciera de trípode”, contó.
“Todo fue jocoso, tal es así que nos reíamos mucho del secretario por lo que tenía que conseguir. El saco azul lo consiguió muy rápido pero el (pantalón) gris perla, de un colegio creo que lo consiguió”, recordó entre risas. Y una vez comenzó el desfile, “las 110.000 personas se levantaron y aplaudieron y gritaron ‘Paraguay, Paraguay’. Yo en ese instante parecía que estaba caminando a dos metros de altura. Fue la mayor satisfacción que he recibido”, afirmó.
En la competición, la fortuna no acompañó a Da Ponte, quedando eliminado en la primera ronda tras cinco enfrentamientos. A pesar de esto, su participación dejó una marca indeleble en la historia deportiva de Paraguay.
Rodolfo Alfredo Da Ponte falleció el 7 de abril de 2021, a los 82 años, debido al Covid-19. Su legado como pionero olímpico y su espíritu de perseverancia y orgullo siguen inspirando a los deportistas paraguayos.
Con su memoria en alto, Paraguay mira hacia los Juegos Olímpicos de París, con la esperanza de honrar a Da Ponte y continuar su legado en el escenario deportivo más grande del mundo.