La Albirroja Sub-23 comenzó su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 con una dura derrota ante Japón, pero supo recomponerse en los siguientes encuentros, logrando asegurar su clasificación a los cuartos de final.
Esta remontada no sólo revitalizó al equipo, sino que también le garantiza un diploma olímpico, un reconocimiento que se otorga a los deportistas que terminan entre los ocho mejores de su disciplina.
Este logro mantiene la tradición de éxito del fútbol paraguayo en los Juegos Olímpicos, ya que en sus tres participaciones (1992, 2004 y 2024), siempre ha alcanzado al menos los cuartos de final.
Se trata del segundo diploma olímpico que el país obtiene en París 2024, un hecho sin precedentes en la historia deportiva paraguaya. Hace unos días, Gabriela Narváez también aseguró un diploma olímpico al terminar séptima en la categoría 48kg de judo, marcando un momento histórico para el deporte nacional.