El partido comenzó con una Paraguay agresiva y decidida a imponer su juego. Los primeros minutos del encuentro vieron a la Albirroja presionar alto, con Diego Gómez, Julio Enciso y Alexis Cantero liderando la ofensiva y apoyando a Marcelo Pérez en la delantera.
Con el paso del tiempo, el desgaste físico comenzó a notarse en los jugadores paraguayos, lo que permitió a Egipto avanzar más sobre el campo paraguayo. A pesar de ello, el equipo mostró un compromiso colectivo admirable, destacando la labor del arquero Roberto Fernández, quien fue clave para mantener el cero en el arco.
En la segunda mitad, Paraguay tomó mayor control del balón y el territorio. La recompensa llegó con un golazo de Diego Gómez, que aprovechó una jugada iniciada por Marcelo Pérez y un pase preciso de Enciso para adelantar a la Albirroja con un remate cruzado. Este gol encendió la esperanza paraguaya a falta de poco más de 20 minutos para el final.
Sin embargo, el partido cambió cuando Julio Enciso se lesionó, debilitando el ataque paraguayo. A pesar de los esfuerzos defensivos, Egipto encontró el empate en el minuto 88 con un gol de Ibrahim Adel, dejando a Paraguay sin tiempo para reaccionar.
En la prórroga, ambos equipos mostraron desgaste físico y optaron por no arriesgar, llevando el partido a una tensa tanda de penales. Paraguay luchó hasta el último aliento, pero en la definición desde los 12 pasos, el arquero egipcio Hamza Ala detuvo el penal de Marcelo Pérez, sellando la victoria de Egipto por 5-4.