La Albirroja se presentó en el norte de Japón para enfrentar su primer amistoso en este nuevo proceso que inicia con el entrenador argentino, a pesar de renovar las esperanzas, lastimosamente la selección mantuvo la misma actitud que lo caracterizó en últimos años, falta de rebeldía y sin tener una idea clara en cuanto a lo futbolístico.
En cuanto al rendimiento, debemos partir desde el sector defensivo que tuvo un partido muy pobre en todas las líneas, sin embargo, el mediocampo fue el principal responsable de esta derrota, ya que en ningún momento pudieron aparecer para cortar las opciones japonesas.
En ese sector, Andrés Cubas se sintió en solitario y tuvo que correr detrás de Genki Haraguchi, Daichi Kamada e incluso Ritsu Doan. Todos ellos se pasearon por esa zona del campo, por momentos rotando constantemente, tuvieron la libertad de iniciar sus jugadas sin mucho impedimento. Por la banda derecha, Alán Benítez tuvo un desempeño demasiado bajo, siendo constantemente superado Ritsu Doan e Koaru Mitoma.
Repasando a los autores de los tantos, para el cuadro nippon convirtieron Takuma Asano a los 35 y Daichi Kamada a los 42 minutos del primer tiempo. En la etapa complementaria, la Albirroja consiguió descontar el marcador tras una recuperación de balón en la salida de Japón, que llegó hasta los pies de Derlis González que definió cruzado al palo derecho del arquero Daniel Schmidt.
No obstante, rápidamente Japón volvió a ampliar el marcador tras una gran definición de Koara Mitoma que aprovechó un error de Alán Benítez para ingresar de lleno al área y ante la salida desesperada de Santiago Rojas, definió por encima para poner en ese momento el tercero. Pocos minutos después, el portero de la albirroja detuvo un tiro penal tras una falta que él mismo cometió y que el árbitro no dudo en sancionar. Finalmente, Ao Tanaka sentenció el resultado con el cuarto gol para su selección.
En pocas palabras, el primer encuentro del nuevo proceso de Guillermo Barros Schelotto al frente de Paraguay fue muy malo. En ningún momento se vio el amor propio, ni un poco de rebeldía y por sobre todo faltó ideas para generar ocasiones claras. Hay mucho que trabajar y corregir de cara a lo que se viene, sin embargo, la inyección de nuevos jugadores podría traer resultados positivos a corto plazo.