La odisea de las Escuelas de Fútbol

La práctica de fútbol en Paraguay es una actividad muy realizada por cientos de niños, jóvenes y adolescentes, a través de las Escuelas de Fútbol encuentran un escape de las adicciones, posteriormente, se convierte en una de las principales opciones y sueños de los mismos jóvenes que anhelan poder llegar a jugar en la élite del fútbol mundial.

Una gran cantidad de clubes poseen una Escuela de Fútbol, sitio donde pueden ser descubiertos muchos futuros talentos, sin embargo, los padres que acompañan a sus hijos a las prácticas de este deporte, saben a ciencia cierta que la etapa de formación de los jugadores puede ser muy difícil.

Para entender mejor sobre el tema que estamos tratando debemos comenzar por explicar que al referirnos a «Escuela de Futbol» hablamos de que los padres envían a sus hijos a un sitio donde los niños jóvenes y adolescentes aprendan todo lo referente a este deporte, además, tienen la certeza que los chicos quedan en manos de profesionales que están preparandos para desempeñar dicha función.

Se conocen varios casos de futbolistas donde su carrera inició desde las canchas en sus barrios y luego triunfaron en el fútbol tras haber pasado por una Escuela de Futbol. Los chicos en edad de crecimiento tienen una ansiedad y adrenalina única por compartir la pasión del deporte. Los padres sueñan, imaginan y se ilusionan con una vida detrás de la pelota, lejos de cualquier adicción. a sus hijos con una vida detrás de la pelota.

No obstante, hay que tener en cuenta algunos puntos importantes:

En la actualidad, la Confederación de Escuelas de Fútbol del Paraguay (Cofefup) bajo la tutela de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) cuenta con cinco federaciones afiliadas, con un promedio de entre 20 a 25 escuelas de fútbol asociadas, que hacen un total de 113 escuelas de fútbol vinculadas a la Cofefup con más de 12.000 chicos que conforman el semillero del fútbol nacional.

En Paraguay muy pocas Escuelas de Fútbol cumplen con los estándares citados más arriba. No hay planificación, no hay preparación física, no existe preparación psicológica, los profesores carecen de formación profesional, no hay una reunión trimestral con los padres y en ocasiones se deben pagar montos importantes para poder jugar en los equipos.

Debemos comprender que las Escuelas de Fútbol no son los únicos responsables del desarrollo deportivo de los chicos, sino que debe ser un trabajo en conjunto entre los profesores y los padres. Es urgente que se empiece a cambiar la manera de encarar el deporte en nuestro país, ya que más  adelante tenemos depositados los anhelos de observar a estos jóvenes triunfando en Primera División.

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